El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) está en serios apuros para terminar la represa hidroeléctrica de Pirrís, entre la zona de Los Santos y Parrita, la cual urge para evitar apagones a partir del 2011.
Este proyecto debía estar terminado en junio del próximo año. Pero, la constructora italiana Astaldi pidió al ICE romper el contrato de construcción de la presa sobre el río Pirrís, en Tarrazú.
El 12 de marzo, el Instituto accedió a anular el convenio en forma parcial, de manera que la firma italiana deje a disposición del ICE sus equipos y materiales para continuar con la obra.
Astaldi estaba encargada de edificar una presa de 113 metros de altura (la más grande del país) con el objetivo de crear un embalse de 1,1 kilómetros cuadrados.
El líquido del embalse viajará por un túnel de 10,5 kilómetros a una casa de máquinas en Parrita, donde se producirá la energía.
Pirrís aportará una potencia de 128 megavatios al parque eléctrico nacional, el cual hoy tiene más de 2.000 megavatios.
El ICE ordenó a Astaldi iniciar la construcción de la presa en diciembre del 2006. La firma tenía un plazo de más de tres años para ejecutar esta obra de $110 millones.
El 29 de mayo del año pasado, la edificación sufrió severos daños debido al paso de la tormenta tropical Alma y, en consecuencia, los trabajos quedaron paralizados.
Fuerte atraso. Para el 21 de agosto pasado, la construcción de la presa registraba una paralización de 84 días, según Astaldi.
Luego de la tormenta, la compañía se dedicó a realizar trabajos de recuperación.
Sin embargo, en octubre anterior, Pedro Pablo Quirós, presidente ejecutivo del ICE, afirmó que la compañía era culpable por un atraso de tres meses aparte del contratiempo generado por la tormenta.
Ahora, al acordar el rompimiento parcial del contrato, el Instituto atribuyó el atraso únicamente al fenómeno climático.
Las partes alegaron que el convenio permite el rompimiento si el proyecto sufre un atraso de 84 días por causas de fuerza mayor.
El ICE negoció con Astaldi para que esta alquile su maquinaria al Instituto y suministre materiales como cemento. y otros.
“Debido a la urgencia para el país de contar con la generación eléctrica de este proyecto, para la institución resulta lesivo realizar un nuevo proceso de contratación de una empresa que finalice la ejecución de estas obras, ya que eso implicaría un retraso de al menos año y medio”, dijo en el acuerdo de rescisión Greivin Mayorga, subgerente de Electricidad del ICE.
Reclamos de dinero. Ahora, tanto Astaldi como el ICE pueden presentar reclamos de dinero. La constructora tiene derecho a reclamar una liquidación de trabajos, al tiempo que el Instituto podría cobrar multas por atrasos.
Solo por los daños de Alma , la firma pide más de $2,8 millones.
El año pasado, el presidente del ICE informó de que el país deberá recurrir a la energía térmica (combustión de derivados del petróleo) para sustituir la electricidad que Pirrís no generará por el atraso.
La medida exigirá un gasto adicional de unos $12 millones, lo cual tendrá impacto en las tarifas eléctricas cobradas al público.
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