El legislador por la RED, León Roldós, exige al Gobierno anular la alianza estratégica bajo la cual hace un año se creó la compañía mixta Hidro Coca Codo Sinclair, integrada por las estatales Enarsa, de Argentina, y Termopichincha, de Ecuador.
Esa empresa se constituyó con un capital de $ 400 mil, 70% de los cuales los puso la firma ecuatoriana, y el 30%, la argentina. En aquel entonces, los gobiernos de los dos países asumieron el compromiso de financiar la obra de acuerdo con esos porcentajes.
Pero, debido a la crisis petrolera, el gobierno de Rafael Correa ya no cuenta con recursos para cubrir el 70% del proyecto ($ 1.700 millones), por lo cual aceptó la oferta de Sinohydro de financiar hasta un 85% de los $ 2 mil millones previstos, mediante un crédito del Banco de Importaciones y Exportaciones de China (Ex-Im-Bank).
Aquello –según Roldós– significa que de ese 15% restante, que equivale a $ 300 millones, el 70%, es decir $ 210 millones, pondría Termopichincha, y Enarsa apenas $ 90 millones, lo cual en su criterio no justifica el mantenimiento de la alianza.
“¿A título de qué, por una inversión tan baja, se debe permitir que Enarsa sea socia de un proyecto cuya rentabilidad debe beneficiar al Ecuador?”, preguntó el ex asambleísta.
Lo mismo opinó Alejandro Ribadeneira, ex presidente del Consejo de Electrificación (Conelec), para quien Enarsa solo significa una “presencia de papel, ya que se trata de una empresa con poca eficiencia y solvencia”.
Mientras tanto, Ítalo Centanaro, gerente del Coca Codo, justificó la presencia de la firma argentina y aseguró que hasta el momento ha cofinanciado el valor de los estudios técnicos y ha aportado el 30% del presupuesto de inversiones del 2008 y el 2009, que asciende a $ 245 millones y mantiene su compromiso de cubrir el 30% del valor de la obra, en cuyo caso el crédito del banco chino bajaría al 70%, que se recibiría con garantía del Estado. |
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