El director interino de Gestión Ambiental de la Alcaldía, Ruddy Crespo, explicó que el Municipio de Cochabamba realiza una serie de acciones de recuperación de este espejo de agua establecidas dentro del Plan de Manejo Integral de la laguna Alalay.
Se prevé la batimetría, planimetría, extracción mecánica de macrófitas y procesamiento, reforestación, mejoramiento del circuito, la implementación de sistemas de oxigenación (fuentes) y el diseño de plantas de tratamiento de aguas contaminadas, en coordinación con el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa).
Para el efecto, un convenio interinstitucional establece que Semapa debe hacer las conexiones de la red de alcantarillado de los distritos 6 y 7 para eliminar los servicios clandestinos en la red de desagües pluviales.
Por otro lado, el municipio asumió la responsabilidad del drenaje puntal del río Rocha, justo en la obra de derivación de aguas, además de la limpieza del canal principal hasta el vaso de la laguna.
En el caso del canal de riego proveniente de la represa de La Angostura se han instalado dos canales de conexión entre el canal principal de riego y el vaso de agua de la llamada laguna Alalay.

Flora y fauna de la alberca
Para todas estas acciones el Municipio presupuestó la insuficiente suma de 2 millones de bolivianos ya que, según las mismas autoridades ambientales, se necesitan, por lo mínimo, 10 millones.
Sin embargo, el concejal Jhonny Antezana y la bióloga e investigadora de la Unidad de Limnología y Recursos Acuáticos de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Francisca Acosta, indicaron que no existen acciones visibles.
Antezana aseveró que no existen un plan de manejo de la laguna y de existir figura en un papel, porque en 4 años de gestión el manejo del ecosistema se ha reducido a la extracción de macrófitas, incluso deficiente.
“El gran error que tienen las autoridades es pensar que sacando las macrófitas se va a resolver el problema del acné -ambientalmente hablando- que tiene la laguna”, precisó Antezana, a tiempo de criticar que el personal del Plan Nacional de Empleo (Plane) gane 50 bolivianos el jornal cuando podía mejorar los ingresos y la cantidad de macrófitas extraídas si se le paga por metro cúbico.
Antezana dijo que no se ha considerado el tema hidráulico, ya que el principal afluente, el río Rocha, está contaminado. La construcción de las piscinas de retención de sólidos, reactivar las fuentes de agua, los oxigenadores.
“Debe hacerse un estudio para hacerse la remoción de lodos, principalmente en la zona Este donde anidan las aves”, concluyó.

El repollo acuático se nutre de aguas de alcantarillado
Desde 2006, la laguna Alalay tuvo un exagerado aumento de las macrófitas, debido al ingreso de una alta carga de “nutrientes” provenientes de los afluentes y de los canales de escorrentía pluvial, como también de las conexiones clandestinas de alcantarillado, últimamente los desechos industriales, de los cuales se alimenta.Hasta el momento se han logrado detectar cerca de 25 canales que ingresan a la laguna Alalay, siendo los principales afluentes el río Rocha que ingresa, a través del túnel; los desagües pluviales del Sur y Norte de la laguna; el canal de La Angostura y otros de menor magnitud que también desembocan en el lugar.
Esta invasión descontrolada de las macrófitas a la laguna pusieron en riesgo su ecosistema. La colmatación de macrófitas en un cuerpo de agua impide la penetración de la luz hacia, por lo que, el proceso de fotosíntesis por la comunidad fitoplanctónica se reduce, afectando además las concentraciones de oxígeno disuelto en el agua, por lo que se creía que eran dañinas o perjudiciales, explicó la bióloga e investigadora de la Unidad de Limnología y Recursos Acuáticos de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Francisca Acosta.
Pero, si no fueran las macrófitas, la cantidad de fósforo y nitrógeno ya habrían matado a todos los organismos del ecosistema.

Contaminación
La contaminación de la laguna Alalay se inicia en las épocas de lluvia, cuando el proceso de escorrentía lava los suelos de las microcuencas arrastrando consigo residuos sólidos y otros contaminantes.
Es por eso que de octubre hasta abril la cantidad de macrófitas se incrementa, haciendo notar que también aumenta la contaminación.
Según Acosta, el promedio de contaminación por fósforo es de 800 microgramos por litro ug/l y el dato más alto es de 1.000 ug/l. El estándar internacional de los niveles de contaminación de agua es 100 ug/l de fósforo. La alta concentración de nitrógeno amoniacal es indicador que existe ingreso de aguas servidas.
Estos residuos ingresan directamente a la laguna o a través de los canales pluviales que reciben, no sólo el agua de lluvia, sino también aguas residuales domésticas y semi industriales de las viviendas situadas en los barrios aledaños que probablemente se encuentran conectadas clandestinamente a estos canales, explicó Acosta.
Sin embargo, los contaminantes que degradan el medio ambiente del llamado espejo de agua, no sólo son los afluentes, sino la falta de educación ambiental de la población cochabambina.

Los repollitos
El comportamiento de los repollitos de agua en cuanto a su ciclo de vida, la rapidez de su reproducción (hasta 15 veces por día) y su resistencia a métodos de limpieza, varían según el espejo de agua en el que estén asentados, a la cantidad de fósforo y nitrógeno que consumen y a otros factores medioambientales.
Es imposible tratar a las macrófitas de la laguna Alalay, como se trata a las macrófitas de otro espejo de agua. Cada ecosistema aporta diferentes nutrientes a estos repollitos de agua y hay que enfrentarlos en función a un estudio que revele las condiciones de la laguna Alalay.
En este sentido, la Unidad de Gestión Ambiental de la Alcaldía Municipal, firmó un convenio con la Unidad de Limnología y Recursos Acuáticos de la UMSS, para que los biólogos de esta Casa de Estudios Superiores ejecuten un proyecto de Monitoreo de los Humedales Urbanos.
La Unidad de Limnología y Recursos Acuáticos de la UMSS sólo puede recomendar las bases técnicas del control de las macrófitas en Alalay. En países industrializados, una invasión de macrófitas es tratada con el único remedio que existe: la extracción de esta vegetación. La diferencia es que en esos países se utilizan maquinarias semejantes a pontones que absorben los repollitos de agua.