Las largas negociaciones entre el gobierno provincial y la empresa Ponce Construcciones para lograr la continuidad de la obra en la Ruta 1 no llegaron a buen puerto. Finalmente, hoy se resolvió -de común acuerdo- rescindir el contrato y convocar a un nuevo llamado a licitación, el cuarto desde que se decidió su ejecución en el año 2006, para ensancharla y ejecutar los desagües.
Las partes involucradas no pudieron acordar un monto presupuestario para anexar a los trabajos viales -originalmente licitados en $ 35.315.943,75- las obras hídricas que necesita la zona, desde el distribuidor de tránsito de la Guardia hasta San José del Rincón. Para realizar la canalización, Ponce requirió a la provincia $ 20 millones más pero ésta ofreció 15.
El administrador general de Vialidad Provincial, Jorge Placenzotti, explicó que “de común acuerdo hemos tomado esta decisión teniendo en cuenta que la empresa había generado costos que no estaban contemplados en la conveniencia económica y técnica de la provincia”.
El ingeniero remarcó que la medida -que en sus aspectos administrativos se llevaba adelante esta mañana- “no implica un costo para la provincia porque hemos intentado con seriedad evitar la cuestión litigiosa con la empresa, ya que de lo contrario hasta podría haber imposibilitado un nuevo proceso licitatorio”.
Próximo llamado
Una vez concluido los aspectos formales de la rescisión del contrato con Ponce Construcciones, la provincia estará en condiciones de convocar a una nueva licitación, la cual contemplará los dos aspectos: vial e hídrico. “Hoy tenemos un proyecto ejecutivo sustentable y terminado, y ahora tenemos que evaluar los pasos a seguir para hacer un nuevo llamado a licitación”, dijo el funcionario, sin poder precisar los nuevos plazos.
Éste sería el cuarto intento del Estado provincial para concretar los trabajos de ensanche de la Ruta 1. La primera convocatoria se realizó a fines de 2006, durante el gobierno de Jorge Obeid, pero las cinco ofertas que se presentaron superaron por más de un 40 % el presupuesto oficial. Realizadas algunas modificaciones al proyecto original, se realizó un segundo llamado sin suerte: las siete empresas que se interesaron elevaron propuestas también muy superiores: entre un 24 y un 39,51 % más que la cifra oficial.
Finalmente, tras un tercer intento, la obra se adjudicó a Ponce Construcciones, dos meses antes de la finalización del mandato de Obeid, en octubre de 2007. Con el cambio de gobierno en diciembre de ese año, las actuales autoridades tomaron conocimiento de que no se habían contemplado en el proyecto tareas de saneamiento hídrico y resolvieron paralizar la obra para agregar este aspecto.
“La misma seriedad que hemos puesto en llevar adelante este proceso pondremos ahora para generar un nuevo proceso licitatorio en el menor tiempo posible”, aseguró Placenzotti.
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Con el alivio de quien “se saca un peso de encima”, el Ing. Néstor Calvi de Ponce Construcciones, dialogó con El Litoral. “Nos liberamos de la obra. No es lo que queríamos porque esta obra significaba una bisagra en nuestros antecedentes pero la situación ya no daba para más”, dijo. Agregó que las dilaciones “han generado un perjuicio muy grande para la empresa y lo hemos asumido. Ahora tenemos que seguir para adelante. Bajamos los brazos por el desgaste lógico que produce una negociación de tanto tiempo y para liberar la posibilidad de que lo antes posible se tomen las medidas para hacer las obras hídricas que se necesitan”.
Calvi reconoció la importancia que tiene para la zona ejecutar un adecuado sistema de drenaje y manifestó la preocupación que tenían en la empresa porque “al ensanchar la ruta estábamos tapando las cunetas de la zona que actúan como reservorios cuando llueve, y se seguía demorando el proyecto hidráulico”. Cuando finalmente estuvo listo, se observó que incorporarlos implicaba un 35 % más del porcentaje del proyecto previsto originalmente.
Quien estuvo a cargo de la obra manifestó que “todos los estudios hidráulicos estuvieron a cargo nuestro por un convenio que hicimos con el INA y no recibimos ni un peso por eso” y aseguró que “nosotros agotamos todos los recursos para poder continuar, incluso propusimos neutralizar el plazo de obra, es decir, que nos liberáramos ambas partes hasta que estuviera el proyecto hídrico y no fue aceptado”.
Aunque el obrador permanecerá en el sitio actual, por estos días la empresa comenzará a liberar la zona de trabajo. Calvi ratificó que como la decisión se toma de común acuerdo, no iniciará acciones legales y retirará los reclamos presentados en Vialidad.
“Bajamos los brazos”
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