El escenario en Las Cañitas no mejora. A los escombros y residuos desperdigados con los que conviven desde hace dos meses los vecinos de la zona por una obra hidráulica suspendida y y otra de remodelación de veredas se suma el problema de inundaciones provocadas, precisamente, por aquellos trabajos.
Según denuncian vecinos y comerciantes, con las lluvias la zona aledaña a la esquina de Arévalo y Báez termina anegada y el agua tarda mucho en desagotarse. "Por suerte todavía no llovió fuerte, porque con la más mínima lluvia ya nos llega el agua por los tobillos", se quejó ayer Solange Cabaud, vecina del barrio.
Con las precipitaciones de ayer a la madrugada, las calles se llenaron de agua y resultó imposible ingresar en negocios y viviendas sin mojarse.
Algunos comerciantes sobre la calle Arévalo improvisaron pequeños puentes con tablones para que los comensales pudieran ingresar en los restaurantes. En esa zona se están ensanchando veredas y esquinas.
Demoras
Otra obra que se realiza en Las Cañitas está sobre la calle Arguibel, entre Báez y Arce. Es un proyecto hidráulico para prevenir inundaciones.
Paradójicamente, las demoras en la finalización de estos trabajos, actualmente suspendidos, también provocan anegamientos, ya que hay bocas de desagüe tapadas o fuera de funcionamiento.
Hace diez días La Nacion consultó al subsecretario de Ingeniería y Obras Públicas de la ciudad, Sergio Agostinelli, quien explicó que la interrupción de la obra se debió a que durante las excavaciones se toparon con conductos de gas. Si bien tanto el gobierno porteño como Metrogas aseguraron entonces que la situación se resolvería a la brevedad, hasta ayer no se habían reiniciado los trabajos.
No pocos vecinos están molestos y se quejan de la gran cantidad de caños apilados y por los residuos acumulados en la zanja abierta y abandonada, al margen de la limpieza general que la semana pasada había realizado la empresa de recolección de basura.
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