La prolongada sequía sigue golpeando fuerte a los productores de la zona Norte de la provincia.
En algunos muncipios no se registran precipitaciones de consideración desde principios de año, y los arroyos han reducido su caudal, lo que agrava el panorama.
Ante la problemática, los productores agrarios temen fuertes pérdidas en los cultivos anuales y en la ganadería, y se esperanzan con el retorno de las lluvias.
Según estimaciones meteorológicas, se espera que este fin de semana se registren fuertes precipitaciones en toda la provincia, lo que ayudaría a paliar la situación.
Las localidades que más esperan el agua son Montecarlo, San Vicente, San Pedro, Campo Grande, Oberá, Campo Viera y Guaraní.
Según informaron desde las distintas zonas, en los últimos meses solo se han registrado chaparrones que no alcanzaron a aplacar la situación, debido a las altas temperaturas.
Situación complicada
Los productores de San Pedro se encuentran en estado de alerta, debido a que no se han registrado lluvias fuertes, desde hace varios meses, lo que complica el desarrollo de los cultivos anuales como el maíz y el poroto.
"Desde principios de año que no hay lluvias fuertes lo que nos preocupa. Los zapallos se están partiendo por la sequedad, el maíz también está muy afectado. Tampoco se puede avanzar con la clasificación del tabaco porque no hay suficiente humedad", explicó el dirigente agrario Carlos Gomeñuka.
"La situación es grave, y si no llueve en estos días, se van a perder muchos cultivos. Además hay una gran preocupación porque puedan surgir incendios debido a que los pastizales están secos", graficó.
A pesar de esto, señaló que en la zona de las biósfera Yabotí (a 50 kilómetros de San Pedro), se está registrando lluvias casi todos los días. Por esto consideró que para no seguir sufriendo los impactos de la sequía a futuro, los productores "tiene que plantar árboles al costado de los arroyos, para garantizar el mantenimiento del nivel de humedad para los próximos años".
Medidas ante el problema
Para hacer frente a la sequía, en Campo Grande se han construidos más de una veintena de reservorios de agua, para garantizar agua para los cultivos y los animales.
También se está racionando el consumo domiciliario de agua y se suspendió el riego de los caminos.
Similares medidas se adoptaron en Guaraní y Montecarlo, para asegurar el abastecimiento de agua para los habitantes, debido a que los ríos que proveen a las cooperativas de servicio locales han bajado notablemente su caudal.
Foto: Archivo Programa Infoambiente |
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