El sistema de contratación para construir la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair apunta a un solo objetivo: evitar dos años de licitaciones.
Así lo reconocieron los ejecutivos de la empresa ecuatoriano-argentina Coca Codo Sinclair. “Nos hemos comido dos años de concursos”, dijo Luciano Cepeda, gerente técnico de la compañía.
Con el modelo de contrato actual –denominado EPC abierto– la central sería entregada en 60 meses en lugar de los 78 meses que demandarían los procesos licitatorios.
Según Cepeda, algunos sectores cuestionan el que no se hayan terminado primero los diseños de detalle de la central hidroléctrica. Pero esa era la modalidad utilizada en el pasado, indicó el funcionario.
Ahora se decidió contratar a un constructor (que podría ser Sinohydro de China, la única finalista del concurso) mediante la figura de alianza entre esta y Coca Codo Sinclair.
Añadió que si no se recurre a esta modalidad la obra demoraría, al menos, un año y medio, con su respectivo costo fiscal: $ 950 millones anuales en importación de diésel, combustible utilizado por las plantas térmicas para generación.
La central contempla un túnel de 25 kilómetros de largo, un sistema de tuberías, la casa de máquinas y ocho unidades de generación de 187,5 megawatts (MW) cada una (1.500 MW en total).
Los equipos operarán –según los técnicos– con un caudal de agua promedio de 222 metros cúbicos por segundo. La obra original contempla la construcción solo de seis unidades de 144 MW cada una.
Los estudios hídricos de 1992, incluso, determinaron un caudal promedio de 127 metros cúbicos por segundo, considerando las épocas de estiaje y lluvia de la zona (que son similares a las de Paute, de octubre a marzo).
Jesús Játiva, ingeniero eléctrico de la Universidad Politécnica Nacional, refutó la capacidad de la obra, el precio y el supuesto caudal existente.
A su criterio, los 1.500 MW están sobredimensionados porque no existe el promedio de agua suficiente. Las unidades estarán subutilizadas y el dinero invertido desperdiciado, señaló. De los doce meses del año, cinco están en temporada lluviosa (de abril a septiembre) y siete en sequía.
Para Diego Andrade, presidente del Colegio de Ingenieros Civiles, el contrato EPC es una figura jurídica no permitida por la contración pública, considerando que quien se endeudará es el Estado y no Coca Codo Sinclair. |
|
|