Una consultoría de especialistas internacionales financiada por cooperación española presentó ayer un proyecto de modernización de la Dirección Nacional de Meteorología. La decisión de impulsarlo dependerá del próximo gobierno.
Muchos son los organismos e iniciativas que precisan de información meteorológica: los vinculados al agro, al transporte, al turismo, a la generación de energía, a la gestión de recursos, al manejo de situaciones de emergencia, o cualquiera que quiera realizar una actividad al aire libre. "Parten de la base de que la Dirección Nacional de Meteorología les va a dar la información que necesitan para sus acciones. Y lamentablemente muchas veces eso no ocurre, o sucede a destiempo", admitió el director de la Dirección Nacional de Meteorología (DNM), Ariel Pérez.
La DNM ha tenido un importante deterioro durante los últimos 20 años, dijeron Pérez y el ministro interino de Defensa, Jorge Menéndez. "No se le facilitó el acompañar la revolución tecnológica que ha revolucionado en el mundo la forma de capturar datos con sensores remotos, de transmitirlos por vía inalámbrica, de almacenarlos en forma digital o de comunicarlos por internet", explicó Pérez. Con equipamiento obsoleto, funcionarios escasos y a punto de retirarse y enormes archivos de datos en papel, la Dirección no puede cumplir con las nuevas exigencias que plantea la variabilidad asociada al cambio climático.
En 1997, el proyecto "Clima Iberoamericano" (Cliber), realizó una consultoría y un diseño de proyecto de modernización. El plan era muy ambicioso y requería una inversión importante que el gobierno de la época no realizó.
Diez años después se realizó un nuevo proyecto de modernización, con la asistencia de la Organización Meteorológica Mundial y la Agencia Estatal de Meteorología española. Su ejecución implica un monto de US$ 2.500.000 repartidos en tres años y hay organismos internacionales, como la Agencia Española de Cooperación, que manifestaron su afinidad en financiarlos parcialmente, si el gobierno nacional se compromete con su parte, se informó en la presentación.
Aunque la decisión le competerá al próximo gobierno, participaron de la exposición, además de Menéndez, la coordinadora general de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Cecilia González, el ministro de Medio Ambiente, Carlos Colacce, y el director de Recursos Renovables del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, Héctor González. La idea es que el proyecto sea parte de una política de Estado, trascendiendo el año electoral, dijo González.
Plan. Actualmente, Uruguay tiene 24 estaciones meteorológicas sinópticas en el territorio (más una en la base de Antártida), que están deterioradas, han sido vandalizadas y cuyos instrumentos necesitan calibración. Menos de seis funcionan 24 horas todo el año.
Este déficit en la red de sensores implica dificultades para "seguir aportando información en tiempo y forma al contexto internacional" y, sobre todo, "la preocupación de que a nivel nacional tengan una situación tal que pueda poner en riesgo hasta vidas humanas", según el representante de la misión de la Organización Meteorológica Mundial, Francisco Villalpando. Uno de los componentes de la modernización a implementar sería la mejora de estas estaciones, la incorporación de estaciones automáticas y elementos para el aprovechamiento del receptor satelital, entre otras mejoras de la capacidad de medición, con una inversión de US$ 1.411.700.
Todos los datos de las estaciones, sumados a los que puedan suministrar otras instituciones (por ejemplo, las mediciones de UTE en el Río Negro) serían incorporadas en una base de datos accesible a los usuarios en tiempo real, en otro de los pilares del proyecto: el desarrollo informático, con una inversión de US$ 232.200. Este sistema comenzará a instalarse en julio, avanzó Villalpando.
Otros componentes del proyecto son la capacitación para mejorar la vigilancia meteorológica y el desarrollo institucional, incluyendo revisar el lugar de la DNM en el organigrama del Estado, explicó.
"La realidad muestra que es indispensable realizar este proyecto si es que el país no quiere quedarse en breve tiempo prácticamente sin posibilidad de respaldar y manejar datos actuales e históricos, de producir pronósticos e incluso de medir las variables meteorológicas", advierte el resumen del proyecto, que deberá esperar al menos un año para su consideración.
Una inversión de US$ 2,5: para evitar males mayores
El presupuesto actual de la Dirección Nacional de Meteorología es de $ 3.333.283 anuales. Si se instalara el proyecto de modernización, implicaría dedicarle $ 4.166.616 por año, un aumento del 25%, durante tres años. Para mantener en buen estado los equipos, se necesitaría luego añadir unos $ 150.000 al presupuesto anual. Según la Organización Mundial de Meteorología (OMM), por cada dólar invertido en meteorología se obtiene un retorno de US$ 7, por ejemplo, en el sector agropecuario. En Uruguay, la inversión sería equivalente a 300 hectáreas de soja, menos de 0,1% de lo cosechado por año, mientras que podría minimizar impactos como el de la sequía, estimados en US$ 400 millones, consideró Villalpando.
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