Desde hace tiempo esta populosa zona que es atravesada por avenida 30 de Setiembre convive con los olores nauseabundos y niños con problemas respiratorios por el continuo fluir de los líquidos cloacales que desembocan en una zona que no está habilitada todavía.
Esta situación provocó numerosas críticas y pedidos de ayuda a la empresa Aguas de La Rioja sin que se avizore alguna solución. Un grupo de mujeres, acompañadas por la hermana Lucrecia se reunió el jueves último en el acceso principal de la capilla María que Desata los Nudos, ubicada en las calles Tomás Valera y Ramón Espinosa del barrio Copegraf.
Mientras se desarrollaba la reunión, se observaba un charco de aguas servidas que afloraba la superficie y fluía hasta desembocar en el río que separa el barrio Copegraf del club Municipal y colinda con la capilla. Las mujeres temen que de a poco el lugar se transforme en una laguna con deshechos cloacales.
La catequesis a los niños se desarrolla en el frente a la capilla, al costado de la gruta que porta la imagen de la virgen. En días de mucho calor, es imposible dictar clase por los malos olores que invade todo el lugar.
Otra necesidad que tienen es avanzar con la construcción de la capilla, para esto necesitan las aberturas, piso, revoques y materiales. Los chicos que concurren a la catequesis provienen de La Cumbre Copegraf, Unión y Fuerza, Santa María Eufrasia, 4 de Junio y Juan Domingo Perón. "Esperamos que las autoridades traten de solucionarnos este problema, que no sea acá el lugar donde se inicie el problema del dengue".
Finalmente solicitaron a la Municipalidad la limpieza del río y la consecuente erradicación de los microbasurales.
|
|
|