El volcán chileno Llaima volvió a rugir, y otra vez las cenizas cubrieron el cielo argentino. Luego de su inesperada erupción del viernes por la noche, las autoridades chilenas decretaron la alerta roja para las zonas aledañas al macizo y dispusieron por intermedio del ejército la evacuación de más de 70 personas.
El gobierno de la provincia de Neuquén reportó ayer que se registraron vestigios de ceniza en las localidades de Moquehue y Villa Pehuenia, donde, a las 23 de anteayer, se visualizó la nube de cenizas, que se precipitó finalmente a partir de la 1.30 de ayer. Además, en Zapala, desde las 4 de ayer comenzó a caer ceniza, pero gracias a los fuertes vientos se dispersó rápidamente. Pasado el mediodía de ayer, continuaba la presencia de ceniza en Zapala y Las Lajas, aunque suspendida sin precipitación, y se esperaba que llegara a la localidad de Aluminé.
En Chile, las comunas afectadas son Vilcún y Curacautín (alerta roja); y Cunco, Melipeuco y Lonquimay (alerta amarilla). Camiones militares patrullaban ayer la zona en busca de lugareños rezagados, a fin de llevarlos a uno de los dos albergues habilitados por la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi). Asimismo, el río Calbuco mostraba un excesivo caudal, como consecuencia de los deshielos de las laderas del volcán.
Personal de turno del Servicio de Geología y Minería de Chile confirmó a La Nacion que la actividad ha ido en aumento. "El volcán Llaima ha tenido una erupción vigorosa y sostenida, con un nivel de energía liberada de 1200 unidades para un nivel habitual de 25", afirmaron.
"En horas de la noche tuvimos un incremento en la actividad eruptiva y en el material piroclástico e incandescente", explicó el jefe del Centro de Alerta Temprana de Onemi, Johaziel Jamett.
Los expertos no descartaban ayer la posibilidad de que se produjera un desplazamiento mayor de la pluma de cenizas hacia la Argentina, tal como ocurrió en enero del año pasado, cuando la pavesa obligó al cierre del aeropuerto internacional de Neuquén.
"Actualmente, la pluma de cenizas se dirige hacia el sector oriental del volcán, pero se dispersa dependiendo de la dirección de los vientos", dijo la Onemi a través de un comunicado, y detalló que el mal tiempo presente en la zona lluvias, chubascos y cielos cubiertos impiden determinar el futuro movimiento de las cenizas.
Fuentes del propio organismo de emergencia dijeron ayer a La Nacion que la nube de gases y cenizas se extiende hacia el Sudeste por más de 100 kilómetros, a unos 7000 metros de altura, en dirección a la Argentina.
Ayer por la mañana, la presidenta Michelle Bachelet ordenó al ministro del Interior subrogante, Patricio Rosende, que viajara a la zona para evaluar en terreno las medidas dispuestas por el Comité de Operaciones de Emergencia.
"Hemos dado instrucciones por encargo de la Presidenta al comité y a los funcionarios de mantener un control permanente en el terreno porque la situación en el volcán Llaima hasta ahora es de bastante incertidumbre", dijo Rosende.
El Llaima, a 3125 metros de altura, en la región de la Araucanía chilena, es considerado uno de los volcanes más activos del continente.
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