La Defensoría del Pueblo de Neuquén entregó hace casi cuatro meses atrás al municipio capitalino, motivado por las quejas de los vecinos, un expediente administrativo por intermedio del cual se denunciaba la bajante sufrida en la laguna San Lorenzo Norte. A la vez, se reclamaba la instrumentación de los medios necesarios para recuperar el nivel de agua y la flora y fauna destruida producto de esta situación.
Si bien la reserva -declarada por ordenanza patrimonio cultural de la ciudad- alcanzó sus valores hídricos normales luego de que la empresa encargada de realizar las cañerías en un sector del barrio cesara su actividad sobre las napas, los daños ocasionados en el ecosistema no suscitaron ningún tipo de acción en pos de su remediación.
Ernesto Maletti, director de Espacios Verdes de la comuna, desmintió que la causa de la bajante en aquel momento fuera la ejecución de estos trabajos, y por el contrario aseguró que el hecho de que baje el nivel del agua formaba parte de la misma naturaleza, puesto que su principal sustento es la lluvia.
El Municipio aclaró en aquel momento que para solucionar el problema se había inyectado líquido desde un canal de riego para mitigar la importante bajante, tarea que fuera autorizada desde la Dirección Provincial de Recursos Hídricos.
El expediente presentado por la defensoría en aquel momento, también recomendaba al Ejecutivo municipal mantener en condiciones saludables los animales y la flora existente en el lugar y evitar futuros inconvenientes, en virtud de preservar la reserva.
La laguna, según explicó Oscar Burgos, integrante de la comisión vecinal del barrio «volvió a alcanzar el nivel de agua habitual pero los cientos de peces, las aves y la vegetación que se murió producto de la bajante no se recobró jamás».
Hace pocos días, en el marco de las reuniones que el intendente capitalino Martín Farizano mantiene con las vecinales, en San Lorenzo Norte reflotó la preocupación por el estado de ese espacio natural inmerso en medio de un barrio y la ausencia de compromiso demostrado por las autoridades comunales.
Sin solución
Víctor Marilúan asesor en temas medioambientales de la Defensoría del Pueblo de Neuquén, aseguró que desde el 10 de enero, fecha en que se realizó la inspección de la zona y se corroboró el irremediable prejuicio ocasionado en el ecosistema no se han detectado trabajos tendientes a mejorar su estado.
«Lo único que se ha hecho fue impedir que se continuara extrayendo agua desde la napa, lo que inmediatamente hizo que la laguna recuperara el nivel de agua», explicó Marilúan. Sin embargo, agregó: «Los daños ocasionados en el medioambiente no han sido resarcidos y esto es lo que intranquiliza a los vecinos que se sienten desprotegidos ante la falta de respuestas del Municipio, que por otra parte está obligado a mantenerlo puesto que se trata de un patrimonio cultural».
Marilúan aclaró que todavía no caducó el plazo para accionar fijado en el expediente, pero no descartó que desde la defensoría se puedan tomar otras medidas, en caso de que la situación no manifieste mejorías.
En la reserva conviven varias especies de peces y más de 20 tipos de aves, como patos y garzas.
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