Tras participar de la última reunión del Foro Mundial del Agua (WWF), organizado por el World Water Council, en Estambul, Turquía, el director general de Aguas, Rodrigo Weisner, volvió a Chile con conclusiones claras respecto a cómo los países enfrentan el tema de los recursos hídricos.
Si bien Weisner, jefe de la delegación chilena entre las cerca de 200 que se hicieron presentes en la ciudad turca, afirma que los países de Sudamérica quedaron con la sensación de que "no fueron tomados en cuenta", ya que la declaración final del foro no incluyó explícitamente el tema del calentamiento global, éste sí estuvo sobre la mesa a la hora de analizar el rol que ocupan las represas.
"En todas las ponencias, declaraciones y discusiones técnicas y políticas se discutió el tema de la energía, agua y cambio climático. Acá una de las estrategias centrales propuestas fue el tema de las represas para riego y generación eléctrica como alternativa verde y contraria a la generación de gases", dijo a "El Mercurio" el titular de la Dirección General de Aguas (DGA).
Aunque lo ocurrido en el WWF sigue en la línea de lo manifestado por el Banco Mundial u otros organismos, el análisis que se dio no deja de llamar la atención de Weisner. "Uno pudiese pensar que en el mundo técnico el tema (de las represas) venía en retirada, y lo que se mostró es lo contrario. Esto fue incluido en la declaración ministerial... no hubo ni un solo país en que las obras de regulación de agua no fueran consideradas una buena alternativa para el tema del calentamiento global", afirmó.
El director de la DGA afirma que en representación del país asistió a Estambul con una posición clara. "Por un lado, Chile no tiene hidrocarburos, somos un país que está en vías de desarrollo y la tasa de crecimiento de demanda, independiente de la coyuntura actual, es en torno al 4%. Eso significa cerca de 350 o 400 MW por año", explica, afirmando que esta situación hace que el país "no pueda renunciar a la hidroelectricidad".
Si bien Weisner reconoce la importancia de esta tecnología, también destaca que el país debe exigir cada vez más alta calidad en estas obras. "Acá gana importancia que las inundaciones sean bajas, se ocupa el índice de cuánta energía se instala por área inundada. Es un indicador que debiéramos comenzar a mirar y a exigir. Uno puede llegar a la conclusión de que las represas son buenas, pero no cualquiera", detalla.
Para Weisner, lo ocurrido en el foro sirve para contrastar el debate que hay en Chile. "(Las conclusiones del WWF) permiten desmitificar las discusiones, como cuando se dice que las represas se están descartando. Momento, en el Foro Mundial del Agua están diciendo lo contrario (...) llegamos a Estambul, y sentí que había el mito urbano en Chile de que éramos el único país contrayéndolas; eso no es así", dijo.
Respecto del rechazo que estas obras tienen hoy en el país, Weisner afirma que "uno puede estar de acuerdo con cierto tipo de obras, pero nunca al lado tuyo. Por ejemplo, los rellenos sanitarios; todos producimos basura y es obvio que se necesitan basureros, pero nadie los quiere al lado", pero agregando que hay un objetivo mayor en la discusión.
"Si queremos seguir creciendo, con energía barata y sin efectos contaminantes, vamos a tener que acostumbrarnos a contar con represas. En lo que sí hay ventajas es que hoy podemos exigir que mitiguen lo máximo posible", concluyó el titular de la DGA.
SUS USOS
Las represas que acumulan agua de los ríos pueden ser usadas para riego, agua potable o generación. Precisamente, las de mayor tamaño, como Pangue o Ralco, se construyeron con ese último fin.
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