Un total de 10 millones de metros cúbicos de agua es lo que se tiene planeado ahorrar con los cinco cortes que se harán este año en el suministro del sistema Cutzamala, lo cual resulta insuficiente frente al déficit de 150 millones de metros cúbicos que existe en las presas.
La situación actual de la cuenca Lerma Chapala es un ejemplo de la escasa disponibilidad del líquido en México, la cual bajó drásticamente en 56 años, al pasar de 18 mil 35 metros cúbicos por habitante a 4 mil 416 metros cúbicos; en este periodo la población creció y 104 de 653 acuíferos están sobrexplotados, entre ellos, el del valle de México, de los que se extrae 60 por ciento del agua subterránea que utiliza el país, señaló la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
La solución a este problema debe incluir medidas para reducir la demanda, interconectar la red para que no falte el servicio en ningún punto de la ciudad y recargar el acuífero, consideró por su parte el consultor Félix Hernández Gamundi.
Esta semana se hará el tercer corte, entre el 9 y el 11 de abril. Será de ciento por ciento y por 36 horas, pero aún faltan los del primero, 2, 3 y 4 de mayo y 6, 7 y 8 de junio, explicó Efrén Villalón, director de Cuencas del Valle de México.
Precisó que hasta ahora en los cortes se han ahorrado 3 millones 700 mil metros cúbicos, pero la idea es ahorrar en cada uno de ellos 2 millones, para llegar a un total de 10 millones. No obstante, reconoció, “esto va a servir muy poco, porque ante el déficit es de 150 millones de metros cúbicos y las presas del sistema Cutzamala están al 48 por ciento de su capacidad, y el nivel mínimo al que pueden llegar es 40 por ciento”.
La cuenca del Lerma abarca el estado de México, Guanajuato, Michoacán y Jalisco y es una de las más contaminadas, según información de la Conagua. En esa cuenca está el sistema Cutzamala, que aporta un caudal de 14.7 metros cúbicos por segundo, de los cuales nueve corresponden al Distrito Federal y el resto al estado de México. Ese líquido representa 20 por ciento del agua potable de la ciudad y llega a nueve delegaciones de la zona surponiente.
Los acuíferos del Distrito Federal se encuentran sobrexplotados debido a la creciente demanda, y se prevé que se encontrará en situación crítica por la presión del agua para el año 2025, indica información del Instituto Nacional de Ecología. Según la Conagua, desde 1954 se rebasó el límite de sustentabilidad y se extrae cinco veces más líquido de lo que se recarga.
Además, no se vislumbra que la situación actual de las presas mejore pronto porque el Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que el primer semestre del año sería seco, y además uno de los cuatro más calurosos en la historia de la humanidad.
Reducir la demanda
En entrevista, Hernández Gamundi consideró que los actuales cortes “son una situación muy riesgosa, porque enfrentamos situaciones nuevas en los embalses de agua. En las presas de México hay un problema con la disminución de capacidad por problemas de azolve y esto ha crecido porque con la deforestación aumentan los arrastres”.
Si no se toman medidas de largo plazo es un asunto que se puede convertir en una situación recurrente, y dentro de la ciudad sería necesario intensificar los programas de inversión en la modernización de las redes de distribución, de manera que haya interconexión en ella para que en caso de emergencia se pueda pasar agua de un circuito de la red a otro, agregó.
En total, explicó, el suministro de agua al año en el Distrito Federal es de alrededor de 700 millones de metros cúbicos al año, por lo que 10 millones es una mínima cantidad. Dijo que se requiere tomar en serio la idea de que hace falta cultura del ahorro del líquido, cambiar el paradigma sobre su manejo si queremos asegurar sustentabilidad. “La autoridad está preocupada para ofrecer agua, pero se debe actuar en la reducción de la demanda. No puede ser que sigamos con la dotación 350 o 375 litros por habitante al día, cuando en otras ciudades del mundo se trabaja con dotaciones de debajo de 250 litros por habitante y la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que 150 litros son suficientes para cumplir con los estándares de salud y confort”.
Dijo que si hubiera una red interconectada se podría pasar agua, por ejemplo, de la delegación Álvaro Obregón a Benito Juárez, y también se deben tomar medidas técnicas para elevar el nivel de infiltración de agua de lluvia, la cual es de alrededor del 30 por ciento y el resto se escurre o se evapora.
Se puede, detalló, aumentar la eficiencia en la conducción y distribución del líquido para reducir las pérdidas y promover el uso de agua tratada en actividades en las que no es necesaria la potable. De esta forma se podría reducir significativamente la dependencia de fuentes externas, aunque quizá no se puedan cancelar, indicó.
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