Desde la madrugada de ayer, cerca de las 2 de la mañana, pudo verse un banco de niebla que flotaba por el cielo y comenzaron a caer gotas que apenas mojaban el piso y, sin embargo, durante toda la madrugada y el día, la ciudad se vio sumergida en una lluvia bastante atípica en Río Gallegos que no hizo más que sacar afuera las broncas de los vecinos y sus reclamos.
Barrios como San Benito, Evita, zonas de 2 de abril, Belgrano, barrios aledaños a la autovía, parecían posar para una postal al mejor estilo Venecia.
Un domingo pasado por agua además dejó ver lo peor de un sistema de desagüe prácticamente inexistente, mientras tanto casas se inundaban, autos se quedaban en las salidas de sus casas y las lagunas artificiales que contienen el recorrido del agua de muchas calles a la redonda parecían rebalsarse. La laguna de los patos ya no tenía isla y las personas no dejaban de permanecer estupefactas ante el paisaje de ayer.
Los vecinos no lograban explicarse en qué clase de ciudad estaban viviendo, donde no existen planes de contingencia, donde los trabajadores municipales parecían haber bajado los brazos y hasta chapoteaban en las calles inundadas, personal de Tránsito paseaba por la decena de ríos que ayer se crearon en la ciudad. Desde una vista aérea, Río Gallegos presentaba una fachada que daba preludio a una próxima Atlantis. Los vecinos no exageraban al estar preocupados y sumamente enojados. Claro, cada uno de ellos se ha ganado su lugar en nuestra ciudad y paga sus impuestos para ver que cuando el clima en todo el mundo está cambiando y da un mensaje claro como el de ayer, tenemos que colocarnos los flotadores y salir a salvar lo que se pueda.
El servicio de taxis no daba abasto, las personas perdían su paciencia, las goteras existentes despertaron como un volcán inactivo sorprendiendo a los vecinos quienes acudieron con baldes, palos de piso y trapos para contener la inundación de sus casas.
Asimismo, uno mira el escenario y piensa “¿y si hubiera ocurrido un día de semana, cuando los chicos tienen que ir a la escuela y los padres a trabajar?”
El Río Gallegos de ayer mostró sus feos dientes y da el mensaje a toda la comunidad que la basura arrojada en las calles que se conglomeró en las alcantarillas y que los pocos trabajos realizados para prevenirnos de situaciones como estas, es y será responsabilidad de un municipio que no se preocupa por mantener viva y hermosa una ciudad que tiene mucho para ofrecer.
Provoca una risita irónica ver la escena de personas vestidas con impermeables, con el agua casi hasta las rodillas trabajando para limpiar los canales de desagote, empujando autos, lanzando maldiciones y niños ayudando a sus padres a quitar agua de sus casas y nadie representando a las autoridades locales mezclada con la gente.
¿Cuál es el consuelo? ¿Decir que la ciudad no estaba preparada para un fenómeno climático como una lluvia? El consuelo debe estar dirigido a que el dinero que los vecinos pagan como impuestos sea utilizado para dar tranquilidad a la comunidad y no tener ésta que hacer el trabajo de otro.
En otros lugares la Municipalidad no supera los 60 empleados y al caminar por la calle, no se ve más que la ciudad que se debe ver, en nuestra ciudad, la cantidad de empleados municipales es abismal y no hay resultados de ello.
Ayer una de las preguntas más formuladas en grupos de personas que dialogaban sobre la inexperta Río Gallegos para densas lluvias fue: “¿hace cuánto vivís acá?” y se realizaba en referencia a que casi nunca este fenómeno fue visto en nuestra ciudad. Sin embargo, alguna vez se registró que los pocos desagües presentes no daban abasto para contener el agua de lluvia y no se puso las cartas en el asunto. Hoy queda de una jornada atípica, el pensamiento de ¿en qué ciudad vivimos? |
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