La situación crítica en la que se encuentra el acuífero del sur obligará a reducir en un 25% las extracciones de agua en esa zona, aseguró ayer el director de la Agencia federal de Protección Ambiental en el Caribe, Carl Axel Soderberg.
El funcionario federal indicó que el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) determinó que, debido a la precaria situación del acuífero del sur -mayormente en Salinas y Santa Isabel-, se deberían tomar medidas adicionales a la veda de extracción impuesta el cuatrienio pasado por el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).
“El acuífero del sur está sobreexplotado, al punto que el USGS ha indicado que habría inclusive que ir más allá de la veda de nuevas extracciones para reducir las extracciones existentes en un 25%, para restablecer el equilibrio en términos de la intrusión salina en los pozos”, manifestó.
Según Soderberg, esta situación obligará a identificar nuevas fuentes de agua para atender las necesidades de los cerca de 200,000 habitantes de Juana Díaz, Santa Isabel, Salinas y Guayama que se nutren de este acuífero.
“La situación es grave. Por lo tanto, hay que allegar recursos de agua de otras fuentes para las necesidades de la población, y esas fuentes van a tener que ser fuentes de represas existentes”, manifestó.
Entre las posibles nuevas fuentes de agua, mencionó la represa Cerrillos en Ponce, la más grande en todo el Caribe.
Sin embargo, descartó que se utilice el embalse de Toa Vaca, en Villalba, porque sus recursos ya están comprometidos para suplir a los residentes de ese municipio y sectores de Juana Díaz y Coamo.
Actualmente, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense construye una represa en el río Portugués en Ponce, pero se espera que esa obra esté finalizada en unos tres a cuatro años.
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