La comunidad mbya guaraní de Perutí integrada por unas 300 personas, sufre desde hace más de dos meses la falta de agua potable por no contar con los recursos necesarios y la sequía que también afecta a los colonos y vecinos del casco céntrico de esta ciudad.
Pero en la aldea Perutí, desde hoy también podría quedar sin energía eléctrica, si la cooperativa no percibe el pago de una deuda de alrededor de 300 mil pesos que el Gobierno se comprometió a saldar.
Hace aproximadamente un mes y medio, una empresa realizó una perforación junto a la Escuela de Frontera, pero hasta ayer no se colocó el motor y tampoco se instalaron las mangueras previstas para la distribución del agua entre las aproximadamente 100 familias que viven en la aldea.
La preocupación crece y la angustia se ramifica hasta los docentes que dictan clases en la escuela, porque a la falta de infraestructura, se suma la extensa sequía y temen que la vertiente de donde sacan agua diariamente, finalmente se seque.
“Los chicos todos los días tienen que buscar el agua de la naciente para preparar la comida y el desayuno y toda la comunidad saca agua de ahí… no sé cuánto más va a durar, por eso cuidamos el monte también, porque protege nuestra naciente”, dijo Rubén Benítez, uno de los representantes de esa comunidad.
Diariamente, las familias de Perutí recorren casi 1.000 metros para conseguir agua limpia y pura para sus hogares y desde hace varios años los niños son los encargados de llevar el líquido a la escuela para los alimentos. Y para la limpieza de la escuela, los mbya guaraní resolvieron hacerlo con viruta y gasoil, porque les es imposible transportar el agua hasta la escuela.
Además, dicen, el agua de un “pocito” es solamente para el consumo diario.
Para lavar la ropa y el aseo personal, todos los integrantes de la comunidad deben dirigirse al arroyo Paranaí, ubicado a unos mil metros de donde están las aldeas.
“No sé qué pasa, pero nadie se acerca a pesar de que Asuntos Guaraníes está sabiendo esto”, dijo en tono crítico el ex cacique Mártires Villalba, quien dijo haberse alejado del cargo a pedido, precisamente, de la dirección de Asuntos Guaraníes.
… y ahora la luz
La Cooperativa de Electricidad de Montecarlo (Celm), concretaría hoy el corte del suministro de energía a la comunidad aborigen de Perutí. La Ceml el 12 de marzo pasado ya había intimado por un plazo de 30 días a la comunidad, por una deuda de alrededor de 300 mil pesos, monto que el pasado mes de octubre de 2008, el Ministerio de Derechos Humanos se había comprometido a saldar.
La semana pasada los integrantes del Concejo de Administración, a pocos días de cumplirse el plazo de 15 días de límite, recibieron una comunicación del ministro Edmundo Soria Vieta, quien informó que ya envió una copia del proyecto de decreto que se entregó al Gobernador Maurice Closs, para que otorgue un subsidio que salde el importe de la deuda acumulada. Sin embargo, ayer a última hora el Consejo de Administración anunció que ya no se podía extender más el plazo de espera para que se regularice la situación.
Por otra parte, en la misma aldea Perutí, días atrás, por la quema de pastizales en inmediaciones de la escuela, se vio afectado gran parte del tendido eléctrico que alimenta a la propia escuela y a la casa del director de la institución.
Los bomberos ayudan
La sequía se acentúa en Montecarlo y a pesar de que hay permanentemente nubarrones que hacen creer en la llegada de la lluvia, los días pasan y el agua no cae. afectando cada vez más a los colonos de la zona, quienes ya perdieron parte importante de la producción de verduras, frutillas, cítricos y otros cultivos de la época.
El municipio sigue abasteciendo a los colonos, al igual que a los vecinos del barrio Malvinas, quienes además sufrieron la rotura de la bomba de agua que abastece a más de 200 familias. Como solución temporaria, los bomberos voluntarios y el municipio están llevando agua potable al barrio para los vecinos, aunque algunos optaron por irse por unos días a las casas de familiares hasta que se solucione el problema.
En las colonias como Guarypó también se comenzó a sentir la falta del agua y según relataron los vecinos, gran parte del barrio tiene pozos perforados propios.
Por la prolongada sequía, los afluentes como el arroyo Itacuruzú, donde está una de las tomas, disminuyó notablemente su caudal por lo que se está trabajando en forma alternativa con el sistema de bombeo que la Ceml construyó en 2005, en el arroyo Caraguatay.
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