La sequía mostró que un alto porcentaje de ganaderos está trabajando con mayor dotación de la que sus campos soportan, auqnue también se admite que no hay que engañarse con el verde actual y tomar recaudos para el invierno es una decisión empresarial que se debe tomar ahora .
En este sentido no se descarta que una fuerte sequía se esté registrando en los próximso meses, lo que podría nuevamente complicar la situación en especial del sector ganadero.
Las últimas lluvias fueron importantes en algunos puntos del país, en el litoral norte fueron abundantes, aunque irregulares, sin embargo en algunas zonas no fueron suficientes y afectarán la marcha de algunos mercados agropecuarios.
En las zonas beneficiadas fueron vitales para asegurar los cultivos de invierno que se sembraron durante las últimas semanas. Como siempre acontece, el agua no fue bienvenida por todos. Para algunos cultivos de verano que estaban siendo trillados, como arroz, sorgo y soja, significaron retrasos que pueden ser importantes cuando se pase raya final a las inversiones.
Pasto de sobra
La explosión de pasto que aconteció luego de la sequía ha sido señalada por todos los actores productivos del país, los testimonios señalan el fenómeno como no esperado y bienvenido, el pasto ahora sobra en la mayoría de los establecimientos, los ganados recuperaron terreno perdido durante la sequía, pero la observación del tapiz marca una realidad menos optimista, la gran mayoría de las especies que han crecido son estivales y como señalan los técnicos, la primera helada las dejará fuera de carrera.
Agrónomos y productores coinciden entonces que la foto actual es más verde que la realidad. Es importante recordar que las mediciones de dotación que se hicieron durante la sequía marcaron que la gran mayoría de los establecimientos ganaderos tienen mayor número de animales que los que permite el recurso que manejan. Por ello no sería de extrañar que en pocos meses volviera la urgencia alimenticia en algunos rodeos. Algunas gremiales han marcado este tema, pero de una manera que resulta extraña ya que lo plantean como si este fuera un problema del gobierno o de la sociedad en general cuando en realidad se origina en un decisión empresarial estrictamente privada.
No se ha insistido mucho en este punto, sin embargo es vital para analizar el efecto devastador que la sequía tuvo en algunos predios. La enseñanza debería haber sido clara, el cambio climático es un hecho real, si algún productor no había escuchado de él y de los riesgos que implica, ahora lo vivió en carne propia, por lo que es su responsabilidad empresarial abordar el tema y tomar recaudos, el primero sería el de corregir su dotación, si su campo produce para alimentar una vaca por hectárea no puede nutrir a una res y media, salvo que invierta en tecnología. Además los precios del ganado permiten vender a valores dignos.
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