Los efectos de la sequía sobre el ganado vacuno, ya se están percibiendo también en la propia vida institucional de las sociedades rurales rionegrinas. Ahora, tendrán que bajar el ritmo de actividad provocando su propio ajuste interno, según reconocen sus principales referentes.
"Esto va de mal en peor", reconoció a "Río Negro" el presidente de la Federación de Sociedades Rurales, Víctor Gómez.
El problema principal es que se viene un año complicado, marcado no sólo por las deficiencias climáticas, sino también por el retraso en los precios que se le reconocen a los ganaderos por la venta de hacienda en pie.
Para la dirigencia del campo la caída de los recursos pareciera que se tornan imparables. "Estamos perdiendo la fábrica -apuntó Gómez- ya que se nos están yendo las vacas de cría, entra el invierno y los remates comenzarán a mermar".
Uno de los principales ingresos con que cuentan estas entidades agropecuarias son las comisiones que les generan las ferias ganaderas, y en menor medida el expendio de guías ganaderas.
Por caso Río Colorado tenía el año pasado un remate mensual, hacia el último trimestre del año, la organización entre uno y otro, abrió una brecha de cinco meses. En General Conesa se observó la misma situación, mientras que en Viedma -que concentra los rodeos del Departamento Adolfo Alsina, Guardia Mitre y Patagones-, los rematadores van perdiendo la gimnasia con el martillo. No alcanza con cinco "encierres" por cada ejercicio, dicen en la Sociedad Rural de Viedma.
El presidente de la entidad capitalina, Luis Sacco, corroboró las amenazas mencionando que la virtual parálisis está ligada al fenómeno climático, el estancamiento de los valores, y los negocios que se formalizan por venta forzadas y particulares ante la necesidad de vaciar los campos de secano.
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