A raíz del déficit hídrico que obligó a los productores a desatender los lotes sembrados más afectados para centrar los cuidados en los que presentaban mayores probabilidades de rendimiento, desde la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (ACPA) estimaron que la provincia perderá alrededor de 80 mil toneladas durante la campaña 2008-2009.
El presidente de la asociación Correntina de Plantadores de Arroz (ACPA), Jorge Vara, recordó que en marzo Corrientes ya preveía la pérdida total de unas seis mil hectáreas sembradas, que fueron abandonadas directamente en el riego para privilegiar los lotes que presentaban mejores condiciones.
"Estas seis mil hectáreas en las estimaciones de kilo por hectárea significan aproximadamente 42 mi toneladas perdidas, a las que le sumamos unas 15 mil más con pérdidas parciales, que significan una cantidad similar", explicó Vara; es decir que en el redondeo habló de alrededor de 80 mil toneladas que no se cosecharán, lo que se traduce en unos 16 o 17 millones de dólares de merma económica.
Recordó que en la campaña pasada se obtuvieron 552 mil toneladas mientras para esta, que finaliza con los últimos días de cosecha que aun se llevan a cabo, esperan "con suerte obtener la misma cantidad, o tal vez un poco menos", teniendo en cuenta que las pérdidas se ven compensadas con unas 10 mil hectáreas más de área sembrada.
"De esas 10 mil que se sumaron, hay una afectación mayor por lo que creemos que no lograremos alcanzar la misma cantidad de toneladas cosechadas que la que tuvimos en la campaña pasada", dijo.
Daniel Filligoi, asesor de la entidad, rescató los dos momentos centrales de siembra de la campaña que cierra: la primera etapa de septiembre-octubre, con muy buenos rindes y por las combinaciones de buenos reservorios de agua en las represas y clima seco; y la parte de noviembre y diciembre azotada por el déficit hídrico que sí se traducirá en enormes pérdidas.
La zona más afectada fue la de las localidades ubicadas en el Centro - Sur provincial, porque las arroceras se alimentan de represas que sufrieron en demasía la sequía, pero a su vez es la zona donde se ubican las plantaciones más productivas y las grandes empresas que, en términos generales por el nivel de inversión y proyección, pueden absorber las pérdidas.
No sucede lo mismo con los pequeños productores de la zona de algunas comunas como Saladas y San Roque, porque poseen pequeñas porciones de lotes con pérdidas totales irrecuperables, a quienes ni siquiera la llegada de ayuda por declaración de emergencia beneficiaría ya que tampoco son propietarios para que la prórroga de impuestos inmobiliarios les signifique un alivio.
Ahora toda la atención de los productores está centrada en las precipitaciones que puedan darse durante este otoño para acumular agua en las represas, además del efecto que puedan surtir en lagunas y esteros, más allá de las arroceras que dependen de los ríos Paraná y Miriñay con mejor posición frente a la campaña siguiente.
En este contexto, y según datos nacionales, se corre el riesgo de perder un 60 por ciento de las hectáreas productivas por el déficit hídrico reinante.
Cabe recordar que la Provincia es una de las principales productoras y exportadoras de arroz del país, ya que aporta el 44 por ciento del valor exportado nacional de arroz por todo concepto, esto es 113.595.605 dólares.
En volumen representa el 48 por ciento del total, 223.786 toneladas de arroz por todo concepto. (Agencia Corrientes, 11 de abril).
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