La Provincia no descarta impulsar un nuevo aumento tarifario para conseguir el financiamiento que le permita ejecutar parte de las inversiones programadas en el servicio de agua durante el período 2008-2010, alternativa que sería complementada con un fondo fiduciario donde se detallarían las obras a las cuales sería destinada la mayor recaudación.
El esquema bajo estudio en el Ministerio de Obras y Servicios Públicos es similar al que se ya aplica en la Empresa Provincial de Energía Eléctrica, donde con la boleta de electricidad se facturan fondos específicos, como la construcción de la nueva estación transformadora Arroyo Cabral. La posibilidad de trasladar esa experiencia a la tarifa de agua choca, sin embargo, con la resistencia de sectores empresariales que piden la eliminación de todos los cargos adicionales.
La ejecución del plan trienal de inversiones originalmente era responsabilidad de Aguas Cordobesas y, tras el nuevo contrato de concesión, pasó a la Provincia. El titular de la cartera, Hugo Testa, reconoció que el plan "está algo demorado". Puntualizó que los recursos disponibles no se canalizan a través de la concesionaria, como se había convenido en octubre de 2006, sino por medio de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, que conduce Jorge Masih.
"Con esos fondos estamos desarrollando en la Capital el plan Agua Segura, que apunta a llevar el servicio a los barrios o sectores que hoy no lo tienen. Hasta ahora, la inversión ha sido de unos 30 millones de pesos", comentó Testa.
En el nuevo contrato, se convino que para el trienio 2008-2010 la Provincia aportaría 200 millones de pesos destinados a la realización de las obras que en el convenio anterior debían ser ejecutadas por la propia concesionaria. En oportunidad del tratamiento de la ley, el oficialismo adujo que el Estado asumiría ese costo para no recargar aún más la tarifa, que presentaba un marcado retraso tras la devaluación.
Cambio de enfoque. Pero la débil situación financiera de la Provincia, que depende del nivel de actividad económica y de los recursos que le envíe la Nación, postergó ese desembolso de 120 millones de pesos: 60 millones por 2008 y 60 millones por este año.
Testa indicó que para el plan Agua Segura el Estado dispuso hasta ahora unos 30 millones de pesos, pero para aumentar el ritmo de las inversiones sería necesario generar otros recursos. "Si la Provincia no puede financiarlo por su propio presupuesto, estamos viendo hacerlo con tarifa y analizamos cuánto habría que aumentar para poder hacer las obras, y, si no, qué otro financiamiento se puede conseguir", explicó el ministro.
Los 200 millones estaban orientados a la realización de expansiones de redes, refuerzos de acueductos, mejoras en las plantas y trabajos para aumentar la presión en sectores. "Hoy estamos dándoles agua a los barrios que no la tienen porque esa es la inversión que el Gobierno ha considerado prioritaria y ya hemos realizado obras en unos 20 sectores", describió.
Para el interior, el Gobierno ejecuta el programa Agua para Todos, que implica la realización de 300 obras para llevar el líquido a poblados, parajes o agrupaciones vecinales. "Tenemos 60 de estas obras en marcha", indicó Testa.
La alternativa de aplicar un nuevo ajuste para financiar infraestructura surge luego de que la concesionaria solicitara la constitución de la mesa de revisión tarifaria por considerar que, desde el último aumento, los costos para la prestación del servicio subieron más del ocho por ciento. Después de una década sin subas, en enero de 2008 el servicio subió 12 por ciento. En julio pasado subió 7,56 y en enero, 7,57, lo que hace un acumulado de 29,6 por ciento.
Análisis
Otro nudo en la madeja
Por Walter Giannoni - wgiannoni@lavozdelinterior.com.ar
Se supone que la empresa que opera un servicio público debería hacerse cargo de todo lo que ello implica. En el caso de Aguas Cordobesas, obtener el recurso, potabilizarlo y distribuirlo, asumiendo todos los procesos intermedios.
Para alcanzar ese objetivo, existe una herramienta de financiación: la tarifa. La factura debería asumir todos los costos hasta el límite de las posibilidades de pago de quien debe afrontarla. El problema es que, en este sacudido país, es cada vez más difícil saber precisamente dónde está ese límite.
Por ello surgieron los subsidios que el Gobierno nacional aplicó casi de manera indiscriminada, beneficiando en muchos casos a sectores de altos recursos.
El ejemplo más paradigmático debe ser todavía el del gas natural, aun con los últimos aumentos.
En Córdoba, la concesión del agua iniciada durante un gobierno de otro signo político, con el paso de los años y las crisis económicas creció en complejidad, al punto de que hoy al servicio lo presta una empresa privada, pero a las obras las debe hacer el Estado.
Es una forma de subsidiar la tarifa, sólo que ahora, una vez más, se buscaría otro camino con la aplicación de cargos específicos en la factura. Y, lejos de desatarse, habrá un nudo más en la madeja de esta concesión.
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