La empresa no es la única irresponsable en estas circunstancias, también lo son los vecinos desaprensivos que tiran aguas servidas a la calle, las que se depositan en los baches. El dengue acecha, pero las conductas parecen no cambiar.
En los últimos días no se encuentran repelentes disponibles en la medida de lo requerido, además de haberse encarecido insecticidas por la kaotrina, por lo cual los reclamos también se hacen sentir. Cuando vuelven a aparecer, son más caros.
También resulta necesaria mayor intensidad en la fumigación de los rodados que ingresan a esta ciudad, como se está haciendo en la localidad de Famatina.
|
|
|