El presidente Rafael Correa estimó el lunes que las relaciones con Brasil no se verán afectadas por la decisión de Quito de demandar a la empresa Odebrecht por 210 millones de dólares, debido a su incumplimiento en la construcción de una hidroeléctrica.
“No tiene por qué afectarse”, dijo el mandatario al canal estatal de televisión y acusó a la constructora brasileña de haber estafado a Ecuador.
Agregó que si se “resiente Brasil, qué le vamos a hacer” .
Ecuador expulsó a Odebrecht en septiembre de 2008 y luego impugnó ante la Cámara de Comercio Internacional (CCI) de París un crédito del banco brasileño BNDES por 243 millones de dólares, lo cual generó la reacción de Brasilia, que llamó a consultas a su embajador entre noviembre y enero últimos.
El préstamo se destinó a la construcción de la hidroeléctrica en la Amazonia ecuatoriana por parte Odebrecht.
Correa declaró que el llamado al diplomático se debió a una “mala información ” sobre el caso suministrada a su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y enfatizó que fue “ un error que lo repararon porque tampoco se ameritaba ningún conflicto diplomático por una disputa comercial y financiera ” .
El titular del estatal Fondo de Solidaridad de Ecuador, Jorge Glas, señaló la semana pasada que su país acudirá a un tribunal internacional para demandar a Odebrecht, acusada de no haber concluido la obra y que dejó de operar en junio de 2008 al sufrir daños un año después de haber sido entregada.
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