El recinto Simón Bolívar es un pequeño caserío, de caminos de piedra y tierra y un centro médico donde no hay doctor ni medicinas.
Las casas, que se pierden entre la selva, son solo perceptibles por el brillo de los techos de zinc. A no ser por un grupo de niños que juega en medio camino, el pueblo parece desierto.
En ese lugar empezó la construcción, hace 10 meses, de una vía de 19 kilómetros de largo y 10 metros de ancho que partió en dos al poblado. Por ahí ingresará la maquinaria, el material y unos 5 500 obreros, quienes levantarán el proyecto de ingeniería más importante del país, la central de generación hidroeléctrica Coca-Codo Sinclair.
La gente de Simón Bolívar dejó sus tareas en el campo para trabajar en esa obra y tener un salario fijo. “A mi esposo le pagan USD 250, pero no nos alcanza”, comenta Emérita Velasco, mientras la neblina rodea la colina donde está ubicada su vivienda.
“Nos dijeron que iban a mejorar los caminos, que nos iban a dar medicinas y un doctor para el centro médico, ha pasado un año y hasta ahora nada se ve”, dice Segundo Janeta, otro poblador.
La obra arrancó en julio del año pasado, con la apertura de las vías de acceso que conducen al proyecto, pero sin tener los estudios ambientales concluidos.
La empresa Codo Sinclair, que administra el proyecto, dice que los trabajos empezaron con un permiso ambiental provisional, en tanto concluyen los estudios.
El paso de camiones, volquetas y retroexcavadoras ha dejado marcado el paisaje. Los trabajos se realizaron de forma desordenada durante la apertura de los primeros 4 kilómetros de la carretera, según habitantes de la zona.
Los resultados están a la vista. Una montaña partida en dos, grandes volúmenes de tierra removidos y deslizamientos constantes de tierra que han afectado las fuentes de agua. Sin un sitio donde poder colocar la tierra removida, estos son lanzados hacia la quebrada del río Coca.
De ahí que el ingreso de la maquinaria al bosque protegido El Tigre, en la Reserva Sumaco, generó voces de alarma entre pobladores y la intervención del Municipio de Gonzalo Pizarro y del Ministerio del Ambiente.
“Para iniciar cualquier obra se debe tener aprobado un estudio de impacto ambiental que permita minimizar los daños. Esto no sucedió aquí, primero se empezó a ejecutar la obra, por considerarla prioritaria y luego se fue estableciendo el mecanismo de manejo ambiental de la zona”, comentó Santiago Echeverría, especialista en gestión ambiental del Municipio de Gonzalo Pizarro.
Las autoridades del Ministerio del Ambiente solicitaron a la firma Codo Sinclair que concluya los estudios y que aplique urgente un plan de manejo ambiental.
Ese plan se aplica desde enero pasado. Por eso, desde el kilómetro cuatro al ocho se aprecian terrazas para minimizar los deslizamientos de tierra y desagües para cuidar el nacimiento de las aguas y su drenaje hacia sus cauces.
A partir del kilómetro 8, el corte en la montaña se va haciendo más profundo. El recorrido termina justo aquí, a puertas del bosque protector. El último tramo de la vía será el más crítico, pues los volúmenes de tierra excavados son cada vez mayores, mientras se acortan los espacios para depositar los desechos.
“Esta es una preocupación muy grande del Ministerio, de los pobladores y nuestra", dijo Esteban Pérez, relacionador comunitario de Codo Sinclair, quien explica que se trabaja con la comunidad y el Ministerio del Ambiente para dar una solución a este tema.
“No se hicieron primero los estudios porque el proyecto fue declarado prioritario. Es una prioridad para el país, pues producirá el 46% de la energía que requiere”.
Codo Sinclair deberá efectuar tareas de reparación en los primeros kilómetros y poner en marcha medidas que minimicen el impacto en el área protegida.
La vía se abre paso a través de fincas y pastizales hasta llegar al bosque protegido, pero sin estudios ambientales definitivos.
El 28 de marzo pasado se presentó un primer borrador a las comunidades para incorporar sus sugerencias. Se espera contar con los estudios a fines de este mes, pues la vía deberá estar concluida en septiembre próximo.
Cronología
En 2008 se formó una empresa mixta con capital ecuatoriano y argentino para administrar el proyecto.
A finales de año se lanza la licitación internacional para contratar al constructor.
El 27 de marzo se abren las ofertas de las estatales chinas Sinohydro y Gezhouba, esta última es descalificada. El proceso continúa con Sinohydro.
El 20 de este mes se anunciará si se adjudica o no el contrato a Sinohydro.