Decenas de vecinos de Villa Fiorito, uno de los barrios más humildes de Lomas de Zamora, se concentraron anoche para reclamar a las autoridades municipales obras y la limpieza de las calles. Según denuncian, no escuchan los reclamos ni se acercaron para brindar alguna respuesta. Mientras tanto, la amenaza del dengue cobra fuerza cuando se ve el agua estancada de hace al menos tres meses.
Desde el gobierno de la provincia de Buenos Aires lanzaron una campaña de descacharrización, pero en este caso no tiene sentido ya que el agua verde cubre de cordón a cordón la calzada que permanece cortada y con un pasacalles que advierte: “Peligro, dengue”.
La imagen es alarmante. Una vecina manifestó su preocupación porque su hijo padece síntomas compatibles con la enfermedad –fiebre, malestar corporal, manchas en la piel, etc-. “Queremos una solución ya”, advirtieron.
Además de la preocupación por el dengue, los vecinos reclaman porque la zona permanece anegada la mayor parte del año. “No podemos trabajar, los proveedores no pueden traer mercadería”, explicó un comerciante de la zona, quien detalló que las ventar mermaron considerablemente desde que parte del barrio está bajo agua.
“El 80 por ciento del año está inundado”, denunció otra vecina, quien aclaró que pagan el impuesto de alumbrado, barrido y limpieza, pero que “nunca” vieron a algún barrendero allí. Además, advirtió sobre la imposibilidad de salir del barrio cuando llueve. “Los días de lluvia, los colectivos no entran (al barrio)”, señaló.
Frente a este reclamo y las cámaras de televisión que se hicieron eco, el secretario de Obras Públicas de Lomas de Zamora, Julio Massara, se acercó para dialogar con los vecinos, pero frente a la falta de respuestas, los propios residentes le pidieron que se retire.
“La zona estaba limpia desde la semana pasada”, aseguró, frente a los reclamos. En ese momento, la ira de los vecinos se despertó y le pidieron que se retire si no les brindará alguna respuesta certera o que se aproxime a una solución. Además, explicó que si hay obras en marcha, pero que allí no se verán concretadas hasta dentro de unos ocho meses.
El reclamo sigue presente, los problemas de infraestructura quedan en evidencia con cada lluvia menor y el silencio de la Municipalidad provoca impotencia en los vecinos, quienes deben convivir con agua estancada, basura, casas inundadas y la constante amenaza del dengue –debido a que la zona favorece las condiciones de reproducción del mosquito Aedes aegypti-.
Cabe destacar que mientras estos vecinos reclaman por su seguridad, los casos de dengue confirmados en la provincia de Buenos Aires sumaban ayer 46, de los cuales se investigaba a 12 para saber si eran autóctonos, informó el ministerio de Salud local. Además, hay otros 137 casos sospechosos de la enfermedad.
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