El rompehielos "Arctic Sunrise" de Greenpeace llegó ayer a Buenos Aires para participar en la campaña "Rescate del Riachuelo", el río más perjudicado de la región sudamericana.
La llegada del buque, comandado por el argentino Daniel Rizzotti, supone el punto de partida de la campaña que la organización impulsa con el objetivo de sanear el Río Matanza-Riachuelo, de 64 kilómetros de extensión.
Si bien Greenpeace lleva años realizando esta campaña, en 2009 va a tener un carácter "decisivo" por el "histórico fallo" de la Corte Suprema de Justicia, que obligó a la capital y a catorce municipios a sanear la cuenca del río con un plazo perentorio, explicó el director político de la organización, Juan Carlos Villalonga.
Por este motivo, Greenpeace hace especial hincapié en esta campaña, porque "es un momento en el que tenemos que reforzar el fallo de la Corte para que no fracase, y genere una decisiva acción de Gobierno como nunca antes se vio", recalcó Villalonga.
Además, explicó que Greenpeace conforma, junto con otras organizaciones no gubernamentales, un cuerpo colegiado que debe "monitorear el plan de saneamiento en la cuenca más contaminada de Argentina".
En total, cinco millones de personas están directa o directamente impactadas por la contaminación, no solo del agua, sino también del aire y el suelo.
El objetivo de la organización es lograr que para 2015 se reduzcan a la mitad los vertidos de metales pesados al río, "con la perspectiva de llegar a 2020 con una situación de cero", lo que supone, para Villalonga, un "desafío mayúsculo" y una "reconversión industrial muy importante en toda la cuenca".
Como punto de partida de la campaña, Greenpeace habilitó la semana pasada una línea de denuncias anónimas para recolectar información sobre descargas industriales en la cuenca del Riachuelo y poder así configurar el mapa de acciones que van a llevar a cabo.
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