El Concejo Deliberante aprobó un proyecto mediante el cual se solicita a la Secretaría de Salud que realice análisis para medir la calidad del agua en bloque que se recibe a través de los acueductos que llegan desde Villa María.
Este proyecto surgido desde la bancada oficialista se trató en conjunto con una iniciativa del Frente Cívico y Social en la que se pedía que se tomaran muestras del agua para verificar el contenido de arsénico que ésta presenta.
La inquietud se instaló en el Concejo Deliberante local como consecuencia de las informaciones provenientes de Villa María en las que el gobierno de aquella ciudad solicitó que se estudie la existencia de este metaloide disuelto en el agua que se distribuye en los domicilios particulares.
La preocupación de los concejales estaría bien fundada. Según los datos a los que tuvo acceso LA MAÑANA, en la ciudad de San Francisco se determinó que el agua que se transporta por los dos acueductos desde Villa María contiene 0,05 mg de arsénico por cada litro.
Si bien esa cifra es el límite tolerado por la reglamentación que se aplica en la provincia de Córdoba, para el concejal juecista Carlos Roffé ese indicador está desactualizado respecto a lo que autoriza el Código Alimentario Nacional. Tras la modificación de 2007, se estableció una relación de 0,01 mg por litro como tope para la presencia del arsénico en aguas para consumo humano.
Este producto químico que se encuentra en vastas zonas territoriales de Córdoba es un elemento altamente tóxico y dañino para la salud ya que se le atribuyen propiedades cancerígenas.
Respecto a la detección del metaloide en la cuenca próxima a Villa María, en febrero de 2008 este medio publicó un informe del Inta y la Escuela Superior de Lechería en el que se alertaba sobre altos contenidos de sales, especialmente de arsénico en las fuentes de agua de los establecimientos agropecuarios de la región.
Posteriormente, el 2 de abril pasado el intendente Eduardo Accastello solicitó a los funcionarios de su Gabinete que se abocaran a la realización de estudios hidrogeológicos a los fines de contar con un relevamiento de las características de toda la cuenca de la ciudad convocando para ello a especialistas de las dos universidades villamarienses y entidades ambientalistas.
También Accastello decidió solicitar asistencia técnica de profesionales del sector privado y de organismos públicos nacionales y provinciales para determinar los volúmenes de extracción de agua, de manera tal que estos no condicionen la disponibilidad del recurso a futuro.
Los análisis que deberá hacer la Municipalidad de San Francisco se realizarán en los laboratorios propios y también se enviarán muestras al Ceprocor.
En medio del debate, los bloques de la oposición resaltaron que no sabían si actualmente se estaban tomando muestras del agua en bloque que se recibe en la planta de Amos, para luego ser distribuida a través de la red domiciliaria, lo que fue rebatido desde el oficialismo.
El concejal justicialista Luis Nazzi señaló que se decidió presentar el proyecto para llevar tranquilidad a los vecinos de San Francisco ante la inquietud despertada por las noticias llegadas desde Villa María. Desde el bloque de la UCR el edil Jorge Fassi advirtió que el municipio deberá preocuparse también por informar a la población respecto a la necesidad de limpiar los depósitos de cada domicilio, ya que allí también existe riesgo potencial para la salud. Debe recordarse que el este de Córdoba posee altos niveles de concentración de arsénico en las aguas subterráneas.