Durante la jornada denominada “El cambio climático y el agua”, realizada ayer en la Facultad de Ciencias Aplicadas a la Industria, en este departamento, el científico mendocino Ricardo Villalba dio datos sobre el impacto de ese fenómeno en nuestra región.
Entre otros datos aportados, el ingeniero forestal y doctor en geografía –nacido en San Rafael y ganador del premio Nobel de la Paz en el 2007 en conjunto con el Panel Intergubernamental para el estudio del Cambio Climático– resaltó uno sobre el aporte de agua del caudal del río Atuel en los últimos 100 años.
Villalba dijo que el aporte de agua del Atuel (con sus 300 kilómetros es el más largo de Mendoza) en el verano ha ido disminuyendo, al tiempo que, como consecuencia de la menor cantidad de nieve, el aporte de agua de este río en invierno ahora es mayor.
Esto último se explica porque las precipitaciones níveas ya no son tantas y ahora más bien hay lluvias cuya agua corre directamente al río.
De hecho, el glaciar Humo, en la cuenca del Atuel, ha disminuido de forma notable, según lo mostrado en la jornada organizada por la Academia de Ciencias Sociales de Mendoza en colaboración con la Secretaría San Rafael del Instituto de Ciencias Jurídicas y Sociales de Cuyo.
“El glaciar Humo, de 2 kilómetros de extensión, entre 1914 y 1984 prácticamente se había contraído. Entre 1910 y 1915, el agua en el verano representaba el 24% del caudal del río Atuel”, indicó Villalba.
Explayándose, señaló que “hay más entrega de caudal en invierno y menos en verano. Ahora, la cantidad de agua en invierno es mayor en el río porque, como llueve en vez de nevar, esa agua va directo al río. El calentamiento es mucho más intenso sobre la cordillera que sobre el llano del continente; si hay temperaturas más altas, en lugar de nevar, llueve, y eso tiene incidencia importante para nuestras actividades”.
En la exposición, dijo que el Oeste del país podría ser de las zonas más afectadas por los cambios y, por ende, sufrir en cuanto a disponibilidad hídrica.
“Los modelos que tenemos de circulación general de la atmósfera indican que a lo largo del siglo XXI la precipitación nívea en codillera va ir disminuyendo, en tanto que posiblemente va a aumentar la precipitación de verano en el llano. Esto tiene implicancias muy importantes desde el punto de vista de las actividades frutihortícolas de la región”, comentó.
Aclarando que la idea es informar, no alarmar, expresó: “Eso implica que el agua que estamos utilizando (en Mendoza), fundamentalmente la que viene de la cordillera, es la que va a disminuir, por lo tanto vamos a tener que aumentar enormemente la eficiencia de su uso y tendremos que aprender a manejarnos mejor con las tormentas de verano, que posiblemente sean cada vez más frecuentes y con mayor cantidad de precipitaciones. Hay que pensar en procesos de adaptación posiblemente empleando nuevas variedades y formas de cultivo, y aplicar nuevas técnicas para aprovechar el agua, sobre todo la de la cordillera”.
En números
10 mil millones de personas se calcula que será la población mundial dentro de 40 años.
380 partes por millón (ppm) es la concentración de dióxido de carbono en la actualidad, contra los 280ppm de la era preindustrial.
En 650 mil años es la concentración más alta registrada.
40 porciento es lo que se redujeron los glaciares en el mundo entre 1914 y 1974, según el reconocido investigador mendocino. |
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