El clima de campaña que se vive cuando faltan dos meses y días para las elecciones legislativas se dirime en cada gesto, en cada señal política. En ese contexto, la oposición ha puesto los ojos en el megaplan de obras que la Presidenta anunció para todo el país y que tuvo en Olavarría un rebote de 176 millones a invertirse en obra pública. El adelantamiento de las elecciones y el tembladeral político en que está inmerso el país generan una desconfianza generalizada en la concreción de las obras que desde los sectores opositores se fogonea de forma particular. Hoy por hoy, gran parte del futuro político del intendente José Eseverri depende de que el megaplan local arranque y que esté a full en los últimos días de junio. Entre los recursos prometidos por el gobierno nacional los propios, utilizados también en obras, y el superávit anunciado, el mandatario cree que podrá mostrar trabajos en plena marcha y una austera administración de los recursos. Sin que unos y otra se contradigan. El tiempo dirá si le será posible.
Desde el Ejecutivo, en estos días, aseguran que "hay gente que está apostando a que las obras se paralicen o que directamente no empiecen". Existía cierto malhumor por lo que consideran "manejos de la oposición para sembrar dudas" y aseguraron que "la Nación va a pagar, los anticipos llegan esta semana y empiezan las obras de inmediato". Nada es tan preciso en las fechas ni tan puntual, dice Eseverri cuando se lo consulta. No tolera que se suponga que un atraso implica descartar una obra.
Este recelo "impulsado por la oposición", dicen desde el Ejecutivo, "está presente en todos lados; hay una movida para plantear que las obras no se van a hacer". En ese sentido, recordaban que "durante mucho tiempo se especuló con que las obras del enlace 3 - 226 se paralizaban, quedaban sin efecto, pero basta con ir al lugar y chocarse con los trabajos. Es ir y ver que se están haciendo", insistieron. Ejemplifican también con "el ensanche de la 226, una vez que se empezó no paró más".
Gustoso de utilizar frases de la liturgia peronista, el Intendente exhibe los planes de viviendas con el lema "mejor que decir es hacer". Y ayer sostuvo ante EL POPULAR que "la única verdad es la realidad". Aseguró que "el Estado paga cuando las empresas cumplen con los requisitos". Pero, dicen en su entorno, "para algunos es válido ese axioma de `cuanto peor mejor´ ".
Desde el viernes a mediodía, dijeron voceros de Obras Públicas, "las empresas saben que tienen que presentar documentación incumplida. Cuando la presenten como se debe, la plata va a llegar". Se trata de obras como el pavimento para las que sí es imprescindible la percepción del anticipo.
El dinero para hacer cloacas ya fue liberado "para depositarlo en las arcas municipales y después se liberará para las empresas", adelantó José Eseverri. Se trata de la pavimentación del Acceso Frontera Sur y a la Repavimentación de la Autopista Luciano Fortabat desde su cruce con la Ruta 51 y Pellegrini ". Fundamentalmente, el acceso a Frontera Sur "facilitará el tránsito de camiones desde y hacia Loma Negra y el Sur de la Provincia", recalcó el Intendente.
Las mil viviendas
Después del encuentro con el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, en General Alvear, el Intendente volvió con buenas noticias: se había destrabado la licitación de las mil viviendas, la carta más fuerte a la que se juega Eseverri.
Ayer finalmente se conoció la fecha precisa: la licitación se concretará el 29 y 30 de abril.
La licitación, en principio, estaba anunciada para el 26 y 27 de marzo, pero se postergó por dudas de las empresas contratistas: el temor de que los fondos finalmente no lleguen ha sido una constante. En el momento de la postergación, la secretaria de Obras Públicas, Margarita Arregui, anunció fecha próxima para el 16 de abril. Sin embargo, tampoco se cumplió y finalmente será el 29.
Ahora "se pueden mejorar las condiciones financieras -sostuvo Eseverri- y se les dará un anticipo del 10% y una posibilidad de acopio de otro 10%" a las empresas. Es decir "recibirán un 20% antes de empezar la obra". El mandatario admitió que en el momento de postergar la licitación "había problemas con algunas empresas locales que plantearon esa dificultad", tras lo que aclaró que "tenemos sólo una o dos empresas de afuera; las demás son todas de acá".
La inscripción para las viviendas recién se abrirá "una vez que estén construidas y que tengamos fijadas las condiciones financieras; recién ahí la vamos a abrir", dijo. Hacerlo ahora "sería ilusionar a la gente o faltarle el respeto".
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