El pésimo estado de la red de cañerías de Guinea Bissau estuvo en el origen del último brote de cólera, controlado en febrero, que dejó 225 personas muertas y 14.000 infectadas, la mayoría en la capital.
En los últimos cinco años hubo brotes epidémicos en todas las estaciones de lluvia, causados por la mala infraestructura hídrica y el uso de pozos al aire libre.
La falta de manutención y de inversión en el sistema de tratamiento de aguas residuales de Bissau permitió que el líquido contaminado se filtrara de las cañerías rotas a las napas subterráneas, según explicó José Manuel Ramos, ingeniero del Ministerio de Energía y Recursos Naturales.
La red de cañerías, instalada durante la época colonial hace unos 45 años, está vetusta y desgastada. Con el tiempo y ausencia de reparaciones, se oxidó.
"Cuando la red hídrica se construyó en los años 60, Bissau tenía unos 60.000 habitantes. En la actualidad hay unas 350.000 personas. Eso significó una enorme presión sobre la infraestructura existente", indicó Ramos.
La gente se vio obligada a cavar pozos en sus jardines. Pero los especialistas han advertido que el agua que se extrae de ellos no es del todo potable, en especial durante la estación de lluvias, cuando se filtran los residuos contaminados.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señaló que sólo 20 por ciento de los residentes de la capital tienen agua por cañería, la que además no es del todo potable porque tampoco es moderna la infraestructura para purificar el recurso.
El sistema para tratar las aguas servidas de Bissau tampoco es adecuado y, además, "se dejan desperdicios en las calles, incluso en el centro de la ciudad, que pueden ser una vía de contaminación", indicó Unicef.
La sangrienta guerra civil de 1998 a 1999 seguida de sucesivos gobiernos militares y de una década de inestabilidad política, inseguridad y estancamiento económico, contribuyeron al deterioro de la infraestructura de Bissau.
Además, la inestabilidad política dificultó la asistencia externa, dijo a IPS la representante de Unicef en este país, Silvia Luciani. "Si no se garantiza la estabilidad, la población de este país, en especial mujeres, niños y niñas inocentes, seguirá siendo la más perjudicada".
En los últimos tres años, y en especial en la estación de lluvia, de agosto a noviembre, los capitalinos se preparan para el cólera, dijo Carlos Pedro, médico del Hospital Nacional Simão Mendes, el más grande de Bissau.
El sistema de salud no está preparado para controlar brotes de enfermedades.
"La mayoría de los médicos especializados se fueron por falta de motivación", explicó Pedro. "Cada vez que hay un brote de cólera u otra enfermedad, nos cuesta movilizarnos porque no tenemos suficientes vehículos ni ambulancias.
El Ministerio de Energía y Recursos Naturales realizó un diagnóstico, en colaboración con el Banco Mundial, sobre de la situación en la capital y en otras grandes ciudades. Las conclusiones fueron entregadas a algunos donantes junto a un pedido de financiación de proyectos para solucionar el problema.
El Banco Mundial construye tanques de agua en Bissau, que incluyen unos 24 kilómetros de cañerías a un costo de casi seis millones de dólares.
Por su parte, la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea, aprobó un proyecto de 3,9 millones de dólares para mejorar el sistema hídrico en distintos puntos del país e incluye bombas de agua en el campo que funcionan con energía solar.
Cuando esas iniciativas concluyan, los habitantes de la capital y de otros asentamientos tendrán agua potable, según Ramos.
Pero el director de los Servicios de Agua y Electricidad de Bissau, Cesario Sa, sostiene que aun cuando concluyan esos proyectos, muchas personas preferirán usar el agua de pozo porque es gratis.
"Este es un país con mucha gente pobre y donde los salarios no se pagan con regularidad. Para muchas personas el costo del agua será una carga más", dijo.
Los donantes gastaron más de 800.000 dólares para poder contener el último brote de cólera, que hubiera sido mejor volcar a otras áreas.
El Ministerio de Salud y Unicef crearon un plan de respuesta a las epidemias que incluye difundir medidas de prevención, desinfectar pozos de agua en la capital, procesar desperdicios humanos y distribuir productos para la higiene personal y el saneamiento.
Ese último aspecto "es extremadamente importante en nuestra estrategia de prevención del cólera", remarcó Luciani, "porque nuestra investigación concluyó que sólo 30 por ciento de la población tiene pautas de higiene saludables".
Las enfermedades transmitidas por el agua contaminada son una de las principales causas de la mortalidad infantil en este país, donde muere uno de cada cinco menores de cinco años.
Guinea Bissau es el quinto país del mundo con mayor mortalidad infantil.
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