El director del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM), Ramón Aguirre Díaz, señaló que este lunes concluyó la segunda etapa de rehabilitación del drenaje profundo, con lo que se minimizan los riesgos de sufrir inundaciones de gran magnitud en el Distrito Federal, al mismo tiempo que se logra recuperar 20 por ciento de la capacidad hidráulica del sistema de drenaje, el cual, debido al hundimiento que registra la ciudad, sufrió una disminución de 160 a 110 metros cúbicos por segundo.
Durante un recorrido que realizó con diputados locales, el funcionario dijo que las obras realizadas en el emisor oriente garantizarán que durante un lapso de 20 años queden libres de mantenimiento los tramos de la infraestructura que se intervinieron durante la segunda etapa de trabajos para su rehabilitación, pues las obras garantizan las condiciones de seguridad estructural.
Agregó que las labores realizadas aseguran no sólo su adecuado funcionamiento, sino que toda la población del valle de México cuente con la seguridad de que no se va a presentar ningún tipo de colapso que motive inundaciones en las temporadas de lluvias, “y por muchos años, pues este drenaje funcionará al ciento por ciento”.
Aguirre Díaz explicó a los diputados de la Comisión Metropolitana de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que en esta segunda etapa se terminaron los trabajos de rehabilitación de las zonas más dañadas del sistema de drenaje del valle de México, labores en las que el gobierno capitalino invirtió mil 650 millones de pesos.
Para las labores de rehabilitación del drenaje profundo, el gobierno capitalino invirtió mil 650 millones de pesos, informó el SACMFoto Roberto García Ortiz
Con la terminación de estas obras se da cumplimiento al compromiso que asumió el jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon, de dar garantía a la ciudadanía de que se cuenta con un drenaje más seguro, porque las partes más dañadas ya fueron reparadas, “con la tecnología y el material que se utilizó, el drenaje profundo quedó en mejores condiciones estructurales que cuando se construyó”, apuntó.
Tras recordar que desde hace más de 15 años no se había hecho una inspección a esta infraestructura, vital para la ciudad, Aguirre indicó que el gobierno capitalino recurrió a la experiencia de especialistas en ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México para detectar y reparar los daños más significativos.
Detalló que durante las dos etapas que comprendieron las obras de rehabilitación del sistema se restauraron 11 mil metros, los cuales abarcaron el tramo que va de la Lumbrera 8 al Interceptor Oriente. Recordó que todo el sistema tiene una longitud de 165 kilómetros.
Tras la conclusión de estas obras, lo que sigue será el retiro de tapones y la reapertura de las válvulas, que fueron instaladas en las lumbreras durante esta temporada de estiaje, para que el drenaje funcione al ciento por ciento y esté preparado para desalojar el agua en esta temporada de lluvias.
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