Ayer se iniciaron formalmente las negociaciones entre el Gobierno y la estatal china Sinohydro para la construcción del proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair.
Para ello, ayer se firmó una carta de intención con la constructora china, única oferente en la licitación que se inició hace seis meses.
Ítalo Centanaro, de CocaSinclair (empresa formada con 70% de capital ecuatoriano y 30% argentino), y Wang Yinfu, representante convencional de Sinohydro, firmaron el acuerdo.
Como testigos de honor firmaron el ministro (e) de los Sectores Estratégicos, Germánico Pinto, y el embajador de China, en Ecuador, Cai Runguo.
En la negociación, que será hasta junio próximo, se discutirán los términos y condiciones del contrato. “Se afinarán detalles técnicos, económicos y legales”, dijo Pinto sin entrar en detalles.
La carta también permitirá adelantar los trámites del crédito comprometido por Sinohydro a través de un banco estatal chino.
“Las partes realizarán todas las gestiones necesarias, con la especial colaboración de Sinohydro, para hacer efectiva la oferta de financiamiento por parte del banco chino Ex-Im Bank en el menor plazo posible”, dijo Héctor Silva, del área legal de la empresa CocaSinclair, quien dio lectura a la carta de intención.
Empero, el proyecto no se licita bajo las normas de la Ley de Contratación Pública. El artículo 23 de esta norma establece que ningún proyecto estatal podrá salir a licitación sin contar con los estudios y precio definitivos.
El proyecto hidroeléctrico Coca-Codo Sinclair no cuenta con estos documentos, pero Pinto defendió la licitación al señalar que se realiza bajo un régimen especial.
La explicación está en que la empresa CocaSinclair, encargada del proyecto, no es una empresa estatal, sino una sociedad anónima (privada), por tanto no está obligada a cumplir con la norma.
Por ello, CocaSinclair elaboró sus propias reglas de licitación. “En los documentos precontractuales (en las bases de licitación elaboradas por CocaSinclair), está previsto un tiempo previo de negociación”, dijo el ministro Pinto.
El Régimen anunció que este proyecto, ubicado en el cantón El Chaco, Napo, generará 1 500 megavatios (MW). Eso lo convertiría en la central más grande del país.
La planta podría, por sí sola, encender 16 millones de focos de 100 vatios, y abastecer de energía a tres cuartas partes del Ecuador.
El proyecto no cuenta con los estudios definitivos que determinen con claridad la potencia real que tendrá la central. Pinto precisó que la firma de esta carta de intención no significa ningún compromiso con la constructora china. Para junio próximo se conocerá si se adjudica el contrato a Sinohydro..
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