Tiempo atrás hablábamos de la necesidad de discutir la competencia de la protección de los glaciares en la provincia de San Juan y de esa forma que sean los principales actores -los sanjuaninos- quienes tengan que evaluar la realidad que se vive en materia de protección del medio ambiente y el agua de los glaciares. Lo cierto es que hoy se da un debate en la provincia, pero está impulsado por los actores de siempre -sectores políticos que tienen escasa representación en San Juan-, ésos que han mantenido un discurso radicalizado contra actividades extractivas. Es más, parafraseando al doctor Ricardo Alonso, en referencia a Javier Rodríguez Pardo, son “los ecoterroristas de siempre”. Con esto no quita que se tenga que hacer un debate profundo y detallado donde haya un conocimiento científico de la realidad y que cuando se hable de protección del agua se lo haga de manera integral, que se tome al país como un todo y en esto se consideren acciones para la protección total del líquido elemento.
En la convocatoria de UAC -Unión de Asambleas Ciudadanas- hay varios nombres ilustres dentro de los disertantes pero que tienen que ver con el comportamiento político e ideológico y no con la seria protección del agua y el medio ambiente. De hecho entre todos los nombres se encuentra el de Pablo Milana, de la Fuci, quien hizo declaraciones sobre la protección de los glaciares y sustenta el concepto de hablar de cuerpos de hielo y de esa forma sacar los conceptos ambiguos como son lo periglaciar o cauces de agua. Vale decir que el profesional sanjuanino estuvo en Buenos Aires donde expuso en una anterior asamblea su postura, pero fue duramente rebatida por los sectores radicalizados tanto política como técnicamente en materia de medio ambiente.
¿Acaso personajes como Javier Rodriguez Pardo aportan la tranquilidad científica para hablar de un tema tan sensible? Hay sujetos muy cuestionados que pasan de un lado al otro tras un objetivo y no importa cuál. De todos modos su concepto antiminero -en algunos casos anti imperialista- en esta oportunidad se conjuga con el agua y el temor de la contaminación de los cauces.
A nadie escapa la necesidad de la protección de los cuerpos de hielos que son el reservorio de agua que tenemos en la población. Pero tampoco escapa la necesidad de que “haya un discurso serio ambiental donde se ponga freno al desastre ecológico del Riachuelo o el río Reconquista o los problemas que se van a generar a raíz de la sojización de la Argentina con la deforestación de miles de hectáreas de bosques. La realidad es que de eso no se habla y el seguir plantando soja le da fondos a la economía argentina. ¿Acaso movimientos ambientalistas no detectan estos problema? Por eso hay algunos que opinan que el discurso tiene que desviarse al oeste y con ello las provincias andinas son las receptoras del “pseudo ambientalismo” ligado con la campaña política de estos tiempos.
Pero como correlato de este movimiento del “ambientalismo”, hoy habrá reacciones de los sectores que trabajan en la minería.
La Cámara Minera de San Juan, junto a GEMERA, CADIM, y otras entidades relacionadas a la minería de San Juan harán sus planteos en torno a la protección de los glaciares a través de una conferencia de prensa.
Vale decir que los mineros han propiciado charlas en torno a la ley de glaciares y su temor porque se convierta en una norma que en vez de proteger a los cuerpos helados vaya en detrimento de la actividad productiva en la cordillera. Pero este tipo de acciones no son más que una reacción ante un peligro inminente como es la presencia de los sectores antimineros en San Juan. Los hechos muestran que son actos espasmódicos del sector que sólo reacciona cuando se encuentra en peligro. Con esto se observa que la “profilaxis no es constante” y sólo se actúa por temor a lo que pueda ocurrir. Sin embargo, se ve en el sector una reacción similar a la que se vivió cuando vino Rodriguez Pardo a San Juan, en la que la Cámara Minera impulsó la campaña del asterisco en 2007. También causó un gran revuelo la llegada a San Juan del programa La Liga. En ese momento, se hizo una amplia campaña de promoción y defensa de la minería. Pero en la medida que fue pasando el tiempo las voces empresarias de defensa del sector se fueron espaciando y de nuevo todos volvieron a su trabajo, dejando de lado la actividad de concientización activa.
Con esto se centraron en sus labores y dejaron de lado para que los grupos contrarios a la producción hicieran su espacio -no tanto en la gente, sino político- con lo que hoy representa un peligro para muchos sectores económicos. Hoy otra vez se sale a responder de manera conjunta y las voces aisladas se reunieron de nuevo. Lo cierto es que en medio de este tipo de discusión hay un tema cierto que es el cuidado del agua y los glaciares. Pero en este esquema se tiene que trabajar con racionalidad y saber que cuando se habla de protección, el conocimiento científico es el que manda.
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