Para ilustrar la variedad de contaminantes presentes en la cuenca, Greenpeace desplegó el martes, sobre la boca del Riachuelo en su desembocadura en el Río de la Plata, una decena de globos flotantes con la inscripción de los símbolos químicos de las principales sustancias tóxicas presentes en las aguas.
Como muestra de esta situación, la organización ambientalista destacó que, en lo que va del año, el organismo no invirtió un solo peso en el saneamiento del curso de agua más contaminado del país, pese a que dispone de 135,4 millones de pesos para todo este ejercicio, un 70 por ciento más que el año anterior .
Además, Greenpeace presentó este martes un informe donde realiza una evaluación crítica de la actuación de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) en los diferentes aspectos que debe conformar el Plan de Saneamiento al que la obliga el fallo de julio de 2008 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. En dicho informe se incluye una evaluación realizada en conjunto con la Universidad de Exeter (Gran Bretaña) que muestra que, en los últimos 10 años, la situación de las aguas del Riachuelo no ha variado y en varios puntos se evidencia un agravamiento de la situación. Los resultados muestran que se mantienen altos los niveles de sustancias peligrosas, entre las que se destacan metales pesados, organoclorados, pesticidas e hidrocarburos.
Como forma de ilustrar la variedad de contaminantes presentes en la cuenca, Greenpeace desplegó sobre la boca del Riachuelo en su desembocadura en el Río de la Plata, una decena de globos flotantes con la inscripción de los símbolos químicos de las principales sustancias tóxicas presentes en las aguas.
“Hace diez años realizamos muestras y comprobamos la presencia de numerosas sustancias peligrosas en las aguas. En febrero de 2009, volvimos a tomar las mismas muestras y, lamentablemente, confirmamos lo que temíamos: que en diez años todo está igual o peor y que los planes y anuncios oficiales siguen sin cambiar la realidad de los casi cinco millones de habitantes de la cuenca”, sostuvo Juan Carlos Villalonga, director Político de Greenpeace .
El 28 de julio de 2008, en un fallo histórico, la Corte Suprema de Justicia condenó al Estado Nacional a sanear el Riachuelo y creó un Cuerpo Colegiado, integrado por el Defensor del Pueblo y un grupo de organizaciones no gubernamentales (Greenpeace entre ellas) al que encomendó el control de la sentencia dictada.
Entre los muchos incumplimientos en los que incurrió la ACUMAR, el Cuerpo Colegiado advirtió que hasta la fecha no se realizó ninguna medición sobre la calidad del aire y que los plazos previstos no se condicen con lo exigido por la Corte.
También indicó que, hasta el momento, no se relocalizó a las personas que viven sobre los basurales y, pudo armar un mapa sociodemográfico, los datos no son concluyentes para determinar la población en riesgo.
El informe de Greenpeace, basado en muestras de descargas líquidas y sedimentos tomados en distintos puntos de la cuenca, arrojó como resultado niveles altos de sustancias contaminantes como nonilfenol, que daña el sistema reproductivo; exaclorociclohexano que es cancerígeno; clorobencenos, que provocan alteraciones en el hígado, los riñones y el sistema nervioso; tolueno que afecta el cerebro y los riñones; tetracloruro de carbono que daña los riñones y el hígado; bromodiclorometano, cloroformo y herbicidas .
La falta de liderazgo y ejecutividad de la ACUMAR se demuestra en especial en la baja utilización de sus recursos asignados ya que en 2009 no invirtió un solo peso en las tareas de saneamiento y lo mismo sucedió durante los primeros once meses de 2008 en los que se subejecutó un 65% del presupuesto asignado.
“La Autoridad de Cuenca, ACUMAR, es la gran responsable del incumplimiento de las medidas y los plazos establecidos por la Corte, el Gobierno Nacional es quien tiene la responsabilidad de dotar a ese organismo de la capacidad de gestión necesaria para comenzar a revertir la situación del Riachuelo, una situación que los argentinos no podemos seguir tolerando”, concluyó Villalonga.
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