LA REPUBLICA consultó a la productora Silvia Cardeillac, integrante de la Mesa Ejecutiva de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR) que reside en su predio de Colonia José Artigas, ubicada a cien kilómetros de la capital del departamento fronterizo.
La sequía ha avanzado durante el otoño, al norte del Río Negro viene mostrando un problema de importantes dimensiones, y si bien el área del país afectada es menor a la del verano pasado, el problema es más grave. Durante el verano los animales tienen menores necesidades energéticas para su mantenimiento, con buena sombra y agua se arreglan, en este momento el fenómeno está aconteciendo en vísperas del invierno y los temporales pueden generar grave mortandad. El productor quedó sin maniobra posible, hasta que se vaya el invierno, contó Cardeillac. Pero además en el verano se podía esperar que una buena lluvia y el calor de por sí garantizaba el crecimiento de pastos de verano, que en algunas zonas fue explosivo. Ahora lo que se ve para adelante es sombrío.
La productora artiguense aseguró que la situación de la Colonia Artigas es complicada, no hay pasto, pero de todos modos la situación es peor en otros parajes del departamento donde desde la primavera a esta fecha ha llovido sólo 40 mm, en esas regiones la situación es de urgencia. Cardeillac contó que los ganaderos están pastoreando en las calles desde hace tiempo pero "las rutas están quedando también sin nada".

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Colonia Artigas fue fundada en la década del 50; hoy está integrada por colonos que recibieron las tierras de sus padres, que fueron los fundadores, son unidades de 500 ha, en su mayoría de suelos superficiales. En algunos predios de la Colonia se realizan cultivos de arroz, mediante contrato por medianería, que tiene como objetivo central poder recibir un rastrojo con praderas, en este momento en algunas chacras de arroz, contó Cardeillac había algo de verde, en las que habían sido cosechadas, pero ahora quedó todo amarillo. En Colonia Artigas esperaban para esta semana ración proveniente del operativo de ayuda que instrumentó el MGAP. La gremialista contó que algunos productores ya han comenzado a racionar pero otros han esperado ya que una vez que se comienza no se puede interrumpir, por lo que se estima que la suplementación iría hasta entrada la próxima primavera. Los suelos de la región, explicó, no permiten la siembra de sorgo y otros cultivos para hacer reserva, y prácticamente no hay fardos en todo el departamento. Un tema clave para la productora sería que se pudiera abrir un negocio con la industria que garantice un precio mínimo por el ganado para evitar que "en la feria nos maten".