Un temporal de viento y lluvia que desde el miércoles azota Chaitén causó nuevos desbordes del río Blanco, en el sector sur de la ya devastada ciudad. Los 70 habitantes que aún permanecen allí denuncian que Vialidad no ha construido defensas fluviales.
Trabajadores de una cantera cercana habían planteado al ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar, su "temor por el riesgo" del río Blanco. Se indicó que hay un plan de contingencia, con monitoreo constante del curso aguas arriba.
En tanto, en Santa Bárbara, 10 km al norte, la población original de 11 personas aumentó diez veces en una semana con la llegada de decenas de profesionales y técnicos de servicios públicos y empresas que levantan el campamento de emergencia para instalar servicios esenciales y alistar el diseño y construcción de la nueva ciudad.
La única hostería en Chaitén debió subarrendar otro inmueble para atender a los nuevos huéspedes. Entre ellos, especialistas de Telefónica del Sur, Claro y Movistar y de la distribuidora Edelaysén, que analizan la factibilidad de operar esos servicios en la pequeña localidad, hoy sin señal telefónica ni comunicación radial.
El alcalde Pedro Vásquez definió necesidades básicas para el funcionamiento del actual campamento en los próximos dos años, mientras se resuelve el plan maestro y se construye la nueva ciudad. El Serviu, en tanto, delimitó los espacios para cada servicio y la instalación de los generadores a petróleo para dotarlo de energía eléctrica. Sernagoemin tomó muestras de depósitos y estratos en zonas susceptibles a la caída de material volcánico.
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