El libre manejo de los flujos de agua preocupa a los ambientalistas. Para ellos, la posibilidad de que se levante una nueva represa sobre el Paraná pone de manifiesto, una vez más, la necesidad de coordinar entre los países cuando se aborda la construcción de infraestructura que tenga impacto en la subregión.
Desde la Fundación Proteger, con sede en Santa Fe, advierten sobre la necesidad de un “enfoque ecosistémico” de las cuencas, que necesita consenso de los países. “El manejo del agua en cuencas compartidas es uno de los grandes desafíos de nuestro siglo”, señaló Jorge Cappato, activista de la entidad.
Igualmente delicado es el equilibrio del río Uruguay que, con casi 25 represas en su curso, varias de ellas binacionales, va camino de convertirse en una cadena de estanques aislados, con impactos en la pesca, los humedales, la calidad y cantidad de agua y la biodiversidad regional, advirtió Cappato.
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