La deshidratación provocada por la diarrea severa es una de las principales causas del fallecimiento de niños y niñas en Zambia, uno de los países con mayor mortalidad infantil.
La situación no cambiará a menos que el gobierno haga un gran esfuerzo por llevar agua potable y saneamiento a todo el país, según especialistas en salud pública.
La Encuesta Demográfica y de Salud de Zambia, divulgada a principios de este mes, señala que 119 de cada 1.000 niños y niñas mueren antes de los cinco años.
La diarrea es la causa de muerte de uno de cada cinco menores de cinco años.
Los menores se debilitan y son más propensos a contraer otras enfermedades como desnutrición e infecciones respiratorias, principales causas de la alta mortalidad infantil en este país africano.
La diarrea puede evitarse o reducirse con una mejor infraestructura de saneamiento, cuyo mal estado es un problema grave en Zambia.
Ni siquiera 60 por ciento de la población tiene instalaciones adecuadas ni agua potable, según la Oficina Central de Estadística de Lusaka.
Si el gobierno implementara el Quinto Plan Nacional de Desarrollo 2006-2011 mejoraría el acceso de la población a agua potable y saneamiento, según Ivy Mutwale, de la Sociedad Civil para Reducir la Pobreza (CSPR, por sus siglas en inglés), red que reagrupa a más de 140 organizaciones en todo el país.
"CSPR instó al gobierno a que considerara seriamente aumentar el presupuesto para hacer frente al asunto. Las partidas presupuestales disminuyeron en los últimos años, lo que muestra que no hay un esfuerzo por resguardar una población productiva y saludable", apuntó Mutwale.
Existen políticas y estrategias adecuadas, pero no se han puesto en práctica.
La Política Nacional de Agua de 1994, por ejemplo, estipula que todo proyecto de llevar agua potable a las comunidades debe tener un componente de saneamiento y educación en prácticas saludables. Pero el gobierno todavía no implementó esa parte.
El ministro de Finanzas y Planificación Nacional, Situmbeko Musokotwane, reconoció a principios de este año que la cuestión del agua potable y del saneamiento es un sector clave de la inversión estatal, pero el gobierno todavía no asignó una partida presupuestal para hacer frente al problema.
El gobierno destinó 38,3 millones de dólares al Programa Nacional de Suministro de Agua a fin de mejorar la infraestructura y llevar los servicios a zonas pobres, en especial en áreas suburbanas. Además reservó 1,8 millones de dólares para mejorar el alcantarillado de país.
Es muy poco, según varios especialistas.
El economista Chrispin Mphuka, de la Universidad de Zambia, estimó en su investigación "El Costo de Alcanzar los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio (ODM)", realizada en 2005, que este país tendría que invertir 42,7 millones de dólares al año a fin de renovar sus sistemas de agua potable y saneamiento.
Harriet Phiri no tiene más que un grifo comunal de donde sacar agua potable en el pueblo de Kalingalinga, cerca de Lusaka. Además, ella y sus cuatro hijos tienen que hacer sus necesidades en un pozo que comparten con otras tres familias.
"El grifo está lejos de mi casa", relató Phiri a IPS. "Queremos que nuestro representante en el parlamento interceda con el gobierno a fin de extender la red de cañerías a nuestra zona".
"Es difícil combatir las enfermedades derivadas del agua contaminada. Todos los años tenemos problemas con las inundaciones y al gobierno parece no importarle", añadió.
Phiri relató que sus hijos suelen tener diarrea. "Cada tres meses se enferma uno sólo porque el gobierno no nos da agua potable. Necesitamos que haga algo, para eso lo votamos".
Prudente Phiri, responsable del centro de salud rural de Kagoro, en el distrito de Katete, a 500 kilómetros de la capital, coincidió que la diarrea está relacionada con la falta de saneamiento y de acceso a agua potable.
Si no hay agua corriente, la gente usa la de los riachuelos para lavar la ropa y cocinar, señaló.
Muy pocos padres llevan a sus hijos enfermos al médico, lo que agrava su situación. Sólo 60 por ciento de los niños y niñas que tienen diarrea reciben atención médica, según la Encuesta Demográfica y de Salud de Zambia.
"Tenemos dos grandes problemas", explicó la enfermera Phiri. "Primero, tenemos un solo río para que la gente saque agua. Segundo, la mayoría de las personas recurren a la medicina tradicional" para tratar la diarrea.
Esa situación hace que muchos menores mueran a causa de la deshidratación provocada por la diarrea.
"En los últimos años intensificamos las campañas de educación, aconsejamos a las madres hervir el agua y consultar a un médico para evitar la deshidratación", apuntó. Pero cuesta cambiar los comportamientos arraigados, se lamentó.
Al gobierno le ha costado mejorar la infraestructura de agua potable, saneamiento y proporcionar asistencia médica a la mayor cantidad posible de madres, explicó la pediatra Penélope Kalesha, del Ministerio de Salud.
La Organización Mundial de la Salud recomendó sales de rehidratación oral para tratar la diarrea, que no es más que una pizca de sal y un poco de azúcar con agua potable y comprimidos de zinc.
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