A tres días de cumplirse seis años de la inundación de 2003, ayer los damnificados por la tragedia hídrica provocada por el desborde del río Salado —nucleados en la denominada Carpa Negra instalada ante la Casa Gris— iniciaron la vigilia con una huelga de hambre que se extenderá hasta el próximo miércoles.
La medida iniciada en la mañana de ayer cuenta con el respaldo de familiares de las víctimas de los violentos hechos de diciembre de 2001, quines sumaron su solidaridad al grupo de inundados que pernocta en la Plaza de Mayo santafesina.
Con la consigna "la impunidad también es candidata a las elecciones", en alusión al ex gobernador y actual senador Carlos Reutemann, las asambleas de inundados que se realizan diariamente resolverá hasta cuándo se extenderá la medida de protesta. Paralelamente los integrantes de Carpa Negra están redactando el documento que será dado a conocer el próximo miércoles, cuando se conmemoren los seis años del que denominaron "crimen hídrico" que anegó a más de un tercio de la capital santafesina, desalojó de sus hogares a unas 150 mil personas y mató a 21.
La medida anunciada tras que el gobierno provincial formulara una oferta de acuerdo extrajudicial a los 5.000 damnificados que habían accionado contra el Estado en la Justicia y en nombre de quienes no demandaron, no pudo ser frenada pese al calmo y extendido diálogo que mantuvieran funcionarios el jueves pasado con los manifestantes ante la carpa.
Jorge Barraguirre, fiscal de Estado; Roberto Vicente, secretario de Justicia y el diputado provincial socialista Raúl Lamberto en esa oportunidad conversaron desde las 19 y hasta las 23 con más de medio centenar de manifestantes.
"Explicamos el decreto que firmó el gobernador, cuyas características son muy definidas. Una tiene que ver con la reparación de tipo individual (juicios iniciados contra la provincia) y otra es de reparación colectiva que tiene a su cargo trabajar en obras para resolver problemas en posibles inundaciones futuras", resumió Vicente. Aunque el funcionario consideró positiva la reunión, no alcanzó para desactivar la protesta.
Mónica Fesi, una de las manifestantes de la Carpa Negra, opinó que "la charla fue muy técnica y la gente entendió muy poco. Nosotros hicimos propuestas que el diputado Lamberto desestimó. Creemos que la sugerencia oficial es injusta porque deja afuera al 70 por ciento de los inundados".
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