Nutrido con dinero provenientes de la coparticipación de la soja, la Contribución por Mejoras, la venta de inmuebles municipales y de chatarra y el aporte por la energía eléctrica, el gobierno de la ciudad reglamentará esta semana un fondo para impulsar pequeñas obras públicas en los barrios.
Con esta iniciativa de afectación directa e inexcusable de los recursos, se pretende evitar su destino a otros gastos corrientes de la Municipalidad. Así, se fortalecerá el desarrollo del plan de descentralización municipal recientemente iniciado, al motorizar los trabajos con la participación y gestión de las comunidades barriales.
Según las primeras estimaciones, el monto anual de la inversión podría llegar a 15 millones de pesos.
Las obras –de montos no mayores a 15.000 o 20.000 pesos– que se multiplicarán en los barrios, se harán mediante la contratación por terceros, realizada mediante módulos cedidos a organizaciones no gubernamentales con personería jurídica: comisiones vecinales, instituciones sociales, parroquias, con presencia en el lugar. Se utilizará la metodología que el gobierno provincial emplea en trabajos o refacciones en las escuelas, gestionadas y abonadas por las asociaciones cooperadoras, con el control y seguimiento del Estado.
Afectación. La adhesión al fondo coparticipable de la soja implica que no se puede derivar ese dinero hacia otros usos que no sean obra pública. Para la ciudad, según el momento y la cantidad que se liquiden de oleaginosas –además de su valor en el mercado que está subiendo– implicará cerca de 8 millones en lo que resta del año. Hasta el momento, ya llegaron 250.000 pesos, en la primera remesa.
Y la venta de chatarras (equipamiento vial y bienes en desuso) podrían aportar 2 millones de pesos al fondo. Las subastas se realizarán en mayo.
El resto se compone de la venta de inmuebles municipales, el pago por obras de contribución por mejoras y el dinero proveniente de la contribución municipal existente en la boleta de la energía eléctrica.
Plan. La intención esbozada en el decreto que el intendente Halle firmará esta semana es dar trabajo a empresas chicas, que generen movilización en los barrios, con obras pequeñas de requerimiento colectivo, como veredas, desagües pluviales, conexiones cloacales, paseos públicos, rellenos para centros o sedes vecinales.
La sinergia de este movimiento podría comenzar a observarse plenamente en tres meses, con la activa participación de los consejos barriales, que se crearán en el proceso de descentralización municipal.
De todos modos, la nueva metodología con obras pequeñas y gestión en los propios barrios se apreciará desde mayo.
Fondo
El Fondo de Inversión en Pequeñas y Medianas Obras Urbanas estará destinado al desarrollo y financiamiento de actividades, tareas, programas, obras y compra de bienes de capital que requieran la utilización de mano de obra local y contribuyan al impulso de la infraestructura social, urbana y económica de la ciudad.
Comprenderá:
• Apertura de calles, nuevos trazados, pavimento, enripiado, alcantarillas, pasarelas, veredas, cordón cuneta, medias cañas.
• Provisión de agua: incluye la red de distribución de agua.
• Saneamiento: cloacas, desagües pluviales, drenaje de arroyos, entre otros.
• Limpieza: recolección de residuos, limpieza, disposición final.
• Transporte y circulación: semáforos, señalización, paradas, dársenas, lugares de giro.
• Organización urbana: iluminación, subdivisión y ordenamiento territorial, regularización de uso del suelo, reasentamientos, urbanización.
• Inclusión social: niñez, comedores, mujeres, ancianos, discapacidades.
• Espacios públicos: plazas, parques, arbolado, entre otros.
dato
La metodología será similar a la que emplea el gobierno provincial para trabajos en las escuelas, gestionadas y abonadas por las asociaciones cooperadoras.
número
15 Millones de pesos se estima que será el monto anual del fondo.
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