Hace 67 años, en abril de 1942, se celebró en nuestra ciudad el Día del Agua, aprovechando la ocasión para exigir un servicio acorde a los adelantos y al crecimiento de Bahía Blanca.
La idea de la efemérides había comenzado años antes en diversas ciudades del interior, interesadas en destacar la importancia del líquido elemento en la vida ciudadana y denunciar los precarios sistemas de provisión. El Día del Agua fue establecido por una comisión vecinal de Avellaneda denominada Pro nacionalización y extensión de los servicios de agua corriente. De inmediato, encontró una importante adhesión popular en todo el país.
Nuestra ciudad no fue ajena a la fecha, pues sufría cada año los inconvenientes, sobre todo en la época estival, de contar con poca agua y, muchas veces, de calidad deficiente. Por eso, la comisión bahiense Pro Mejoramiento del Servicio de Aguas Corrientes --creada en 1939 e integrada por representantes de las entidades de fomento e instituciones afines-- comenzó organizando un acto en el Teatro Rossini, de Mitre 225.
El encuentro, que respondía a un eslogan simple y contundente --Agua sana, abundante y barata--, fue cálidamente recibido por las comisiones vecinales de Avellaneda, Lomas de Zamora y Dock Sud, las cuales --mediante telegramas-- formularon "los mejores votos por el éxito de las gestiones", como una manera de "preservar la salud, higiene, bienestar y economía del pueblo".
En el acto del Rossini hablaron Roberto Volpe, Pablo Lejarraga, Juan Yulita y Justo Mouzo. A más de seis décadas de aquellos hechos, la preocupación por el agua sigue vigente.
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