A la contaminación que se genera en el corredor industrial de Tula, que representa un permanente riesgo para la salud de sus habitantes, se suma el peligro sanitario de la presa Endhó, aledaña al norte de ese complejo febril, y que concentra las aguas negras y desperdicios tóxicos que expulsa la ciudad de México.
“Un estudio que se hizo de la presa Endhó fue muy significativo: no hay especies, que no sean bacterias, que puedan sobrevivir en ese ambiente”, indicó el presidente de la Comisión de Ecología del Congreso local, Honorato Rodríguez Murillo.
El diputado hidalguense, militante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), calificó la contaminación en la región donde se encuentra la presa Endhó como “verdaderamente alarmante”, y consideró que con la llegada de la nueva refinería de Pemex, se debe analizar “muy de cerca” el Estudio de Impacto Ambiental que elabora el gobierno del estado para avalar su instalación.
De ese análisis dependerá la postura de los legisladores para atacar la contaminación en la región de Tula, añadió Rodríguez Murillo.
El legislador indicó que debido a la elevada contaminación del embalse, se han registrado en la zona numerosas enfermedades, de las que se tienen registros, principalmente respiratorias, gastrointestinales, además de casos de cáncer relacionados directamente con la concentración de químicos tóxicos en la presa.
Rodríguez Murillo aseguró que su partido tiene documentados al menos tres casos de cáncer en habitantes aledaños a la zona de la presa. “Esos padecimientos fueron detectados en la comunidad de Pedro María Anaya, demarcación que se ubica junto a la presa Endhó”, agregó el legislador.
De acuerdo con el diputado, las aguas de la presa Endhó se utilizan para regar 85 mil hectáreas del Valle del Mezquital, principalmente hortalizas y alfalfa, a pesar de que contienen cantidades alarmantes de arsénico, hierro, fósforo, manganeso, níquel y heces fecales.
La mayor parte de las hortalizas producidas en los terrenos de ese valle son enviadas a mercados de la zona metropolitana del Distrito Federal, en tanto que la alfalfa se utiliza para abastecer las cuencas lecheras de Tulancingo y Tizayuca, ubicadas en el estado de Hidalgo.
Endhó encabeza la lista de las cinco presas más grandes de Hidalgo, y su vaso alberga 182 millones de metros cúbicos.
Desde principios de la década de 1990, los especialistas que han estudiado el impacto ambiental en la región de Tula concluyeron que la presa Endhó es “la cloaca más grande del mundo”.