Lo afirmó el diputado de la Coalición Cívica mendocina, Néstor Piedrafita, oriundo de General Alvear. Dijo que el gobernador de su provincia avanzó en el acuerdo de forma inconsulta y provocó reacciones en contra.
El convenio firmado el año pasado por las provincias de La Pampa y Mendoza y la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, para el uso compartido del río Atuel todavía no fue sometido a la consideración de los legisladores en el distrito vecino. La situación es muy dispar respecto a lo acontecido del lado pampeano con esa iniciativa, pues aquí fue refrendado por los diputados sobre finales del año pasado.
Días atrás, el secretario de Recursos Hídricos de La Pampa, Juan Pablo Morisoli, había afirmado que desconocía si el proyecto del convenio tenía estado parlamentario en el Senado y la Cámara de Diputados de la provincia arribeña. Ayer, en diálogo con Radio Noticias, Piedrafita confirmó que el gobernador Celso Jaque (PJ) todavía no envió la iniciativa al Poder Legislativo.
"No se ha empezado a debatir porque tampoco el gobierno provincial ha enviado el proyecto al Legislativo, entiendo que lo van a enviar ahora. Como estamos en periodo extraordinario hasta este 1º de mayo, sólo el propio gobernador Jaque podía impulsarlo, pero no lo hizo", explicó.
-¿Por qué motivo?
-La firma del acuerdo generó muchas reacciones políticas en Mendoza, algunas tienen que ver con la forma. Mendoza se sintió sorprendida por el anuncio del acuerdo de parte de Jaque, nos enteramos poco después de la firma y no se hizo ninguna consulta anterior, no sólo en el ámbito parlamentario y político, sino en los departamentos rurales que era bueno tener como aliados en esta iniciativa de que llegara el agua a La Pampa.
-¿La reacción fue negativa?
-Como esto llegó de forma inconsulta se generó una reacción porque el tema del conflicto con La Pampa, y las resultas del juicio, es muy conocido en Mendoza sobre todo en los ámbitos cuya producción depende del agua. Se generó esta reacción y luego el gobierno no mostró más interés político en avanzar.
Inciso K.
Piedrafita recordó que uno de los puntos que mayores opiniones en contra del convenio generó del lado mendocino fue el "famoso" artículo 10, inciso K, del convenio, en el cual se disponía que Mendoza tenía que permitir un escurrimiento fijo de excedentes a La Pampa desde el mismo momento de la firma del acuerdo. "Es un tema difícil y me parece que no se trabajó con inteligencia para lograr, de entrada nomás, que se entendieran las bondades que tenía avanzar en un pacto de buena vecindad con La Pampa y optimizar el uso del agua", afirmó.
El legislador aseguró que en su provincia los vecinos tienen mucho temor respecto al recurso agua porque el territorio tiene prácticamente el 3% de su superficie cultivada en oasis muy localizados, con un régimen de lluvia "muy mezquino" de 120 milímetros anuales. "Se depende para la vida humana de ese recurso hídrico que nace en la Cordillera (de los Andes)", reflexionó.
¿Qué dice el acuerdo?
El acuerdo entre las dos provincias y el gobierno nacional fue rubricado el 7 de agosto de 2008 en la ciudad de Mendoza en un acto encabezado por Jaque, su par de La Pampa, Oscar Mario Jorge, y la presidenta de la Nación, Cristina Fernández. Una aplicación estricta del convenio marco implica que en cuestión de horas, el río Atuel vuelva a ingresar a territorio pampeano. La cláusula décima establece en su inciso k que ni bien firmado el convenio, deberá garantizarse "un mínimo de escorrentía permanente sobre el Río Atuel en el límite interprovincial".
La intención del documento es que las provincias, históricamente enfrentadas, puedan compartir el uso del agua que se recupere por la impermeabilización del río Atuel, a partir de una serie de obras de infraestructura a realizarse en ambas jurisdicciones con financiamiento compartido entre los dos estados provinciales y la Nación.
Foto: Archivo Programa Infoagua
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