Con el propósito de aprovechar el escurrimiento natural del río Corriente y alentar así una producción sustentable, los productores arroceros que deseen utilizar dicho recurso hídrico para riego de arroz deberán construir represas cerradas a fin de almacenar agua durante el periodo del 1 de marzo al 30 de septiembre.
La medida fue establecida mediante una importante normativa del Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (Icaa) para mejor uso del recurso hídrico. En este marco, la Resolución Nº 205/09 establece el criterio de la utilización de la técnica hidráulica de represas cerradas, como alternativa al bombeo directo, a fin de optimizar el uso del agua y evitar así que los derrames del río Corriente sean desaprovechados en el transcurso de sus escurrimiento natural hacia el río Paraná.
Con ello no sólo se logra aprovechar dicho recurso -que hoy se pierde al no ser época de riego- sino también se logrará disminuir los conflictos por el uso del agua que se genera entre los usuarios (arroceros, ganaderos, etc.) en situaciones de escasas precipitaciones.
Se estableció que la represa o laguna de almacenamiento a construir -que deberá contar con la autorización del Icaa para su construcción- es el terraplén de tierra compactada que cerrado en todo su perímetro, sirve para almacenar agua, constituyendo una laguna artificial o reservorio, realizándose su alimentación por bombeo desde un canal de aducción y/o bombeo directo desde el río Corriente.
Se estableció también que para el dimensionamiento de la represa deben tenerse en cuenta que en condiciones críticas sin precipitación alguna durante el período de riego, con el agua almacenada en el reservorio deberá regarse un cincuenta por ciento del área sembrada como mínimo.
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