La noticia no pudo ser más inoportuna: justo en medio del fin de semana largo, Mar del Plata tendría serios problemas de abastecimiento de agua potable. La mayoría de los turistas lo supo cuando ya estaba en la ciudad, en la mañana del viernes, y la reacción general no fue más que cierta resignación. Pero una buena parte de los viajeros se enteró en su casa, mientras preparaba el equipaje y lejos de desbaratar el plan de descanso para el fin de semana, la novedad parece haberlos incitado a movilizarse: ayer, contra todos los pronósticos, continuaron arribando turistas.
La capacidad hotelera se ubica por encima del 50 por ciento, según datos del Ente de Turismo, y algunas empresas de ómnibus agregaron servicios para responder a la demanda de pasajes. El acicate, esta vez, fue el buen clima pronosticado y que viene cumpliéndose: ayer la temperatura máxima rozó los 29 grados. A pleno sol, los turistas obviaron las dificultades anunciadas por la falta de agua, y se instalaron en las playas.
"Ningún turista debió abandonar su hotel", dijo ayer a Clarín el intendente Gustavo Pulti. Los hoteles y locales gastronómicos de las zonas afectadas, comprendidas entre las avenidas Independencia y Juan B. Justo hasta la costa, eran asistidos desde la tarde del viernes con camiones cisterna, con prioridad de abastecimiento para clínicas y asilos. También se determinaron 15 puntos fijos, donde ayer los afectados hacían colas para cargar baldes y bidones.
A marplatenses y turistas se les pedía ayer ahorro y prudencia en el consumo de agua. No funcionaron lavaderos (de ropa y autos), el natatorio municipal, y en algunos bares se privó el uso de los baños.
Las primeras presunciones indicaron que la mitad de la población de la ciudad permanecería sin agua al menos hasta el lunes, pero ayer, cuando se conoció el tipo de falla que se produjo en la estación de bombeo de plaza Mitre, el intendente reveló que "sólo el 10 por ciento de los usuarios de Obras Sanitarias está sin suministro", unas 30 mil cuentas.
El desperfecto se conoció a la medianoche del jueves. Una válvula se rompió e inundó los tres subsuelos donde se encuentran, además de cuatro motores de 500hp, los tableros eléctricos y la sala de mandos. Primero, con hombres rana se intentó detectar el problema y luego, una vez que se extrajeron los 5 millones de litros de agua que anegaban las salas, los operarios pudieron comenzar a trabajar en las reparaciones. Según dijeron, el agua volvería a salir de las canillas recién el martes. |
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