Según el ministro brasileño, el Brasil plantearía en la reunión del 7 de mayo en Brasilia “reducir el valor de las cuotas de pago y ampliar el plazo de amortización de la deuda hasta 2030 ó 2040, para que Paraguay y Brasil puedan recibir más regalías por la energía producida por Itaipú”, según transcribe la prensa brasileña.
-¿Cuál sería la posición paraguaya al respecto?
-La propuesta de Lobao será rechazada de plano, si Brasil la plantea el próximo 7 de mayo. Uno de los criterios que tenemos bien claro en la delegación paraguaya es que de ninguna manera se puede hablar siquiera de prorrogar el plazo en el cual la deuda de Itaipú debe ser cero, y que es indefectiblemente el año 2023. La delegación brasileña conoce esta postura paraguaya, razón por la cual resulta extraño que el ministro Lobao -si es que son ciertas las declaraciones en la prensa brasileña - insista en este punto que ha sido reiteradas veces rechazado.
-La información también habla de “venta anticipada de energía al Brasil…”
-También es un concepto que ha sido rechazado por nuestro país. La venta anticipada de la energía paraguaya, luego del año 2023, por ejemplo, es, primero, hipotecar el futuro. Es un negocio financiero y no una solución a los problemas básicos que plantea el Paraguay, que son la libre disponibilidad de la energía, el precio justo y la eliminación de toda deuda ilegítima. Encubre, en segundo lugar, el deseo del Brasil de hacerse con la energía paraguaya de Itaipú a un precio regalado, en forma anticipada, aprovechándose de la necesidad económica por la cual está pasando el pueblo paraguayo. Detrás de esta propuesta de “venta anticipada de la energía paraguaya” se encubre la intención de sectores brasileños de quedarse con nuestra energía a bajísimo costo en forma anticipada y, lo que es más grave, con el objetivo de negar nuestra soberanía hidroeléctrica, incluso más allá de 2023, para cuando ya esté pagada la deuda de Itaipú. En síntesis, se pretende despojarnos de nuestra soberanía incluso más allá de 2023. Que no queden dudas, no vamos a permitir semejante despropósito y, si el Brasil lo plantea este 7 de mayo tal “venta anticipada” de nuestra energía, será rechazada de plano.
-¿El Gobierno brasileño consultó con algún miembro de la comisión paraguaya para hacer estos planteamientos?
-Con nadie. Como Gobierno paraguayo, a partir de la última cumbre presidencial del 30 de enero de 2009 en Belem, le hemos reiterado al Gobierno brasileño nuestro interés de encontrarnos para avanzar en la negociación de los seis puntos que fueron los propuestos por el Paraguay y aceptados por el Brasil aquel 17 de setiembre de 2008. No ha habido ninguna respuesta a nuestra voluntad explícita de reunirnos.
-Entonces, ¿con qué base hizo el Gobierno brasileño esta propuesta?
-Bueno, no tenemos aún confirmación de que estas propuestas -estirar el pago de la deuda al 2030 ó 2040, y la venta anticipada de la energía - sean las que presentará el Gobierno brasileño el 7 de mayo. Lo que sí podemos afirmar es que no hemos tenido reunión alguna, y las veces que han consultado esporádicamente algo, se les ha dicho exactamente lo contrario: que tal tipo de propuestas, lo mismo que las de ofrecernos créditos, no iban a ser aceptadas en sustitución a los reclamos paraguayos de Itaipú. Ni como su complemento. El Paraguay pide el tratamiento de todos y cada uno de los seis puntos aprobados por el mismo presidente Lula en aquel setiembre de 2008.
-Entonces, ¿no hay buenas perspectivas para el 7 de mayo?
-Lastimosamente, el Gobierno brasileño se ha negado a desarrollar reuniones de negociación desde enero hasta la fecha. Entonces, el avance puede ser mínimo, si es que se da algún avance. Tengo que puntualizar que desconocemos cuál será la propuesta brasileña. Lo que hasta ahora se conocen son versiones periodísticas y que pueden no ser lo que el Brasil termine de proponer. Según nuestra información, el día 5 de mayo el mismo presidente Lula definirá cuál será la propuesta brasileña.
-¿Qué es lo más favorable que esperan que ocurra?
-Primero, que el Brasil no proponga cuestiones como las que comentamos, que han sido reiteradas veces rechazadas por el Paraguay. Segundo, que se consoliden los avances que ya se han dado -si bien en áreas todavía poco importantes - en obras faltantes, control y cogestión, con documentos definitivos y claros. Tercero, que plantee avances en los tres temas más importantes donde aún no hubo avances (o fueron muy escasos): soberanía, precio justo y deuda.
-¿Qué cabría esperar en cuanto a soberanía?
-Un pleno respeto a nuestra soberanía, siquiera así, en general. Un compromiso del Brasil de respetar nuestra soberanía hidroeléctrica siquiera en un futuro.
-¿Y en precio justo?
-Que se acepte el criterio de precio de mercado para definir los beneficios justos paraguayos y no un criterio arbitrario.
-¿En cuanto a deuda?
-Al menos una declaración que acepte la revisión de la deuda y la eliminación de toda parte que se compruebe que es ilegítima.
SEIS RECLAMOS DE PARAGUAY
1) Libre disponibilidad de la energía que el Paraguay no consume, para su venta a otros mercados.
2) Precio justo por la energía paraguaya cedida al Brasil.
3) Revisión del saldo del pasivo a la luz del Tratado y mejores condiciones financieras del pasivo restante.
4) Cogestión plena en la administración del ente.
5) Fiscalización conjunta por la Contraloría del Paraguay y el Tribunal de Cuentas de la Unión del Brasil.
6) Terminación de las obras no ejecutadas, la subestación seccionadora eléctrica de la margen derecha, etc.
|
|
|