Brasil puede ampliar el plazo de pago de la deuda de la hidroeléctrica Itaipú, la mayor del mundo en operación y que comparte con Paraguay, como forma de beneficiar al país vecino, anunció el ministro brasileño de Minas y Energía, Edison Lobao.
Mediante la ampliación del plazo de pago hasta tal vez el año 2040 de una deuda que vence en 2023, es posible reducir las cuotas que le corresponden a Paraguay en la deuda y aumentar los recursos que recibe el país vecino por Itaipú, explicó el ministro.
“La deuda tiene que estar totalmente pagada en el 2023. Lo que se puede hacer hipotéticamente es reducir el valor de las cuotas de pago y ampliar el plazo de amortización de la deuda hasta 2030 ó 2040, para que Paraguay y Brasil puedan recibir más regalías por la energía producida por Itaipú”, dijo Lobao.
Pese a que fue asumida totalmente por Brasil, la deuda de Itaipú es pagada en partes iguales por ambos países y descontada directamente de los ingresos que genera la venta de la energía producida por la central hidroeléctrica.
Lobao admitió que el ministerio recibió una petición del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para realizar estudios de fórmulas con que Brasil pueda atender las reivindicaciones de Paraguay con respecto a Itaipú.
“El Presidente quiere hacer alguna cosa que pueda atender las reivindicaciones del presidente de Paraguay (Fernando Lugo), pero las reclamaciones puestas sobre la mesa no son justas: alegan que Brasil les debe y no es así”, afirmó.
“Pero por tratarse de un país hermano podemos ayudarle a Paraguay desde que sus pleitos sean justos”, agregó.
NOVEDADES EN ESTA SEMANA
El presidente Lula está interesado en presentar una propuesta en la reunión que tendrá con Fernando Lugo el 7 de mayo en Brasilia.
Paraguay quiere que Brasil eleve de 130 millones de dólares a 1.200 millones de dólares al año lo que paga por la energía excedente, y reivindica libertad para poder vender su parte a otros países.
Por la energía excedente que recibe de Paraguay, la propuesta brasileña prevé hasta ahora una elevación desde 130 millones de dólares hasta 260 millones de dólares a partir de 2010.
El tratado establece que la energía producida sea dividida en partes iguales, pero como Paraguay abastece casi todas sus necesidades con el 4% de la generada por Itaipú, le vende el resto de su cuota a Brasil.
Brasil asegura que el Tratado de Itaipú firmado en 1973 solo podrá ser revisado en 2023.
COMPRA ANTICIPADA
El diario O Estado de São Paulo informó que Brasil plantearía a Paraguay, en la visita que Lugo hará a su par Lula Da Silva, comprar por anticipado la energía excedente de Itaipú que aquí no se utiliza. Esto sería un freno a las ambiciones de nuestro país en la renegociación del Tratado.
Brasilia y Asunción intentan hace meses aproximar posiciones sobre la hidroeléctrica, que produce el 90% de la energía eléctrica que consume Paraguay, que puso plazo a Brasil hasta agosto del 2009 para llegar a un arreglo amistoso para no llevar el caso a tribunales internacionales.
LUGO PODRIA TRAER NOVEDADES EN TEMA ITAIPU LUEGO DEL VIAJE
Ampliación del plazo solo beneficiaría a Eletrobrás
Eletrobrás y las empresas eléctricas brasileñas que se aprovechan del excedente eléctrico paraguayo en Itaipú serían, una vez más, las grandes beneficiarias de una eventual ampliación del plazo de pago de la deuda de la entidad binacional.
Contrariamente a lo afirmado por Edison Lobao, ministro de Energía del vecino país, la extensión ad infinitum del plazo de pago de la deuda de Itaipú aliviaría el peso de las cuotas mensuales de la deuda -que paga Itaipú- sobre el costo de la usina, con un reflejo inmediato: la reducción de su tarifa.
Visto que es Brasil el que consume el 96% de esa producción, la conclusión cae por su propio peso: Eletrobrás y las empresas eléctricas que se aprovechan del excedente energético paraguayo, una vez más, serían las grandes beneficiarias.
Los negociadores paraguayos deberían escuchar con mucha atención si el Sr. Lobao, con ese nuevo rugido -el último fue que Paraguay en Itaipú no puso un solo centavo-, no está buscando disimular otra estratagema del ala dura del Gobierno brasileño, por ejemplo, prolongar la “innegociabilidad” del Tratado hasta el 2040.
Basta con leer el Art. VI-Revisión del Anexo C para concluir que la modificación de este documento está supeditada no solo a que transcurran 50 años desde la entrada en vigor del Tratado, sino también al grado de amortización de las deudas contraídas por la Itaipú.
Además, con este rugido, Lobao acepta que la deuda de Itaipú, con sus enormes parcelas espurias y mecanismos usurarios de amortización, no podrá cancelarse ni en el 2023 y tampoco en el 2040.
Lo correcto sería revisarla exhaustivamente y expurgarla de toda contaminación.
Hasta el 2006, Itaipú pagó ya a Eletrobrás US$ 30.700 millones y aún le queda un saldo de deudor de US$ 20.200 millones.
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