En lo inmediato, el sector eléctrico tendría que beneficiarse por una normalización hidrológica, que se espera que ocurra entre mayo y junio.
A su vez, a diferencia de lo que sucede con otros sectores, cuyos servicios son más prescindibles en épocas de crisis, la demanda eléctrica, indispensable en los hogares, ha seguido creciendo aunque a tasas inferiores. En el mercado se estima que, si bien la demanda eléctrica guarda relación con el crecimiento económico, la elasticidad es menor a la de otras áreas.
La baja de los combustibles, además, ha dotado a la industria de cierta holgura en costos, lo que cobra mayor relevancia, considerando que no se pronostica un alza en el valor del petróleo en el corto plazo. De todas formas, en el tercer trimestre se espera que llegue el gas natural licuado (GNL) a la planta de Quintero, lo que asegurará un suministro que podría ser a un menor costo.
A su vez, las empresas que tienen grandes capacidades de energía contratada y que están expuestas al mercado spot se han visto beneficiadas por la baja en los costos marginales. “Seguirá esta tendencia porque es lógico comprar en el mercado spot la parte que tienen en déficit, especialmente si es a un costo marginal muy bajo en comparación con lo que las empresas tienen como precio de contrato”, asegura el analista de EuroAmérica, William Baeza.
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