De las 750.000 hectáreas sembradas con soja en todo el Chaco, unas 150.000 se perdieron por la falta de lluvias, y de las 600.000, ya se cosecharon un 50% de los lotes con resultados nefastos: hay rindes que no superan los 500 kilos por hectárea en los departamentos Independencia y Comandante Fernández, pero la situación es peor en los departamentos 2 de Abril; Chacabuco y en las zonas de Pinedo y Villa Angela, donde en los lotes que se hicieron directa sobre girasol, sólo se obtuvieron unos 300 kilos por hectárea.
En conclusión: una difícil situación causada por la sequía porque se lleva la ilusión de los productores que optaron por la soja, desplazando al algodón, y que ahora enfrentan un cuadro de pérdidas importantes
Precisamente, a diferencia del algodón, la soja refleja con mayor notoriedad la falta de lluvias, por lo que los profesionales anticipan que los productores que optaron por el cultivo blanco registrarán menores pérdidas que los que se jugaron por la soja.
En la mayor parte de los lotes sembrados en la zona de Sáenz Peña, Avia Terai y Campo Largo habrá muy poca cosecha. Un claro ejemplo de esta crítica situación es el caso de Rodrigo Szkarlatiuk, un joven productor de la zona de Pampa Napenay, que en los lotes sembrados en el establecimiento “Los Tres Tigres” tuvo pérdidas que alcanzaron el 75%. “Cosechamos para no dejar que se pierda todo el esfuerzo hecho en la siembra, que fue en diciembre y que en plena floración: la sequía y el fuerte sol quemaron todo y no dejaron cargar las chauchas”, comentó a NORTE.
“Con seguridad, en esta zona no hay ni se ven las ganancias extraordinarias”, ironizó el joven chacarero que el promedio de pérdidas de sus lotes ronda el 60%.
Según este productor, en toda la zona hay muchos lotes en la misma situación. “En el área, cercano a Avia Terai, el panorama en general es muy malo. Puede haber 300 o 500 kilos en algún lote, que no es plata para nada. Pero en general las pérdidas son del 60%”, aseguró.
El año pasado, Szcarlatiuk tuvo una pérdida estimada en 300 kilos por hectárea. En este sentido, explicó que “los costos aquí están entre los 1800 y 2000 kilos, aproximadamente. El año pasado tuvimos un costo de alrededor de 1800 kilos y cosechamos 1500 kilos. Una pérdida de 300 kilos reales”. Pero este año fue peor, porque la sequía hizo estragos: “No queda ninguna ganancia, y sí muchas cuentas para pagar”, indicó.
Cuando la lluvia falta
La principal causa de este fracaso de la soja fue la falta de lluvias porque la ausencia de humedad impidió el desarrollo del cultivo, con un alto grado de afectación que condiciona los rindes que se puedan obtener a la hora de cosechar.
Las condiciones climáticas adversas afectaron seriamente el desarrollo del cultivo de la soja. Es que la falta de humedad en la mayoría de los lotes del departamento Comandante Fernández, limitó la etapa de floración de la soja, por lo que los rindes al finalizar la campaña serán por debajo de la línea media de especulación al inicio de las actividades agrícolas, indicó ante la consulta de NORTE el ingeniero agrónomo Gustavo Galarza.
Falsa imagen
Durante los primeros 60 días de la siembra, los cultivos aportaron “una imagen magnífica y alentadora para el productor, pero la falta de lluvias pronunciadas durante la última quincena de febrero y la totalidad de marzo, generó serios perjuicios en el desarrollo interno de la planta”, ilustró.
En este sentido, explicó que los cultivos pudieron tener una imagen aceptable, pero en ellos pudieron notarse las enfermedades características producidas por los fuertes calores y la falta de humedad en la tierra.
En el oeste, mejor
Sin embargo, al final de la campaña, habrá productores que recolectarán buenos rendimientos de soja, gracias a la humedad de la tierra y las precipitaciones a tiempo registradas en la zona de Pampa del Infierno y Los Frentones, aunque serán sólo los privilegiados.
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