Los ministros de Agricultura o sus representantes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, miembros del Consejo Agropecuario del Sur-CAS, analizaron en la capital de Paraguay el nuevo escenario de la producción agropecuaria, que como consecuencia de la crisis económica se alteró y afecta a las economías de los países de la región.
A diferencia de otras crisis, analizaron los ministros de agricultura, en los países de la región predominaban mejores condiciones económicas lo que les permitió mantener algunos equilibrios básicos e implementar medidas activas que fueron claves para que la crisis de las economías centrales destruyera las economías de la región.
Las políticas implementadas en los diferentes países, tienen cierta unidad y se orientaron principalmente a: I) mantener o restituir las condiciones básicas de la economía; II) conservar el empleo; III) reducir el impacto negativo sobre el sector agropecuario; y IV) proteger el nivel de ingresos de las poblaciones más vulnerables.
Rol del Estado
Del análisis de la crisis y las políticas implementadas, realizada por los ministros, surge que en los países del área se ha revalorizado el papel de las políticas públicas y de la calidad de las normas e instituciones. "La crisis ha conducido a aumentar la participación del Estado, la importancia de las políticas públicas y la aplicación de normas que se ajusten a los desafíos que enfrentan nuestras economías", afirman los titulares de agricultura de la región.
Los ministros del Cono Sur se comprometieron a concretar acciones para mantener sistemas de seguimiento y monitoreo de la crisis en el ámbito que permitan un análisis oportuno del entorno económico de los países y de las agriculturas de la región. Armonizar posiciones y coordinar acciones conjuntas, en los foros internacionales, frente a posibles rebrotes proteccionistas en los mercados agrícolas internacionales. Pensar en medidas conducentes al desarrollo de largo plazo de sus agriculturas, aún frente a las incertidumbres derivadas del entorno internacional. Sostener y reforzar políticas que contribuyan a la competitividad de las agriculturas, integración productiva y cohesión social. Apoyar el fortalecimiento de las instituciones de crédito estatal que participan en el financiamiento de los productores agropecuarios como asimismo, otras que permitan atender las demandas de los sectores no bancarizados. Avanzar en el diseño de normas, su capacidad de implementación y provisión de recursos que contribuyan a enfrentar las emergencias climáticas y los riesgos asociados.
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