Prohibir la importación y venta en el mercado local de productos con alto contenido de fósforo es la iniciativa principal que tomaría el Gobierno para reducir los elevados niveles de fosfato en los cuerpos de agua.
Dicha acción, complementada con controles en las otras fuentes del fósforo que llega al ambiente, es la espina dorsal de la Ley de Control de Fosfatos en Detergentes, de cuyo borrador -firmado por varios jefes de agencias estatales y federales- El Nuevo Día obtuvo copia
José Ortiz, presidente ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) -ente que dirigió la elaboración del borrador-, reconoció que la acumulación de fosfatos y nitratos en los embalses, conocida como eutroficación, es un grave problema de contaminación.
“Yo agregaría que (si la Legislatura no aprueba la ley) $40 millones serían necesarios para añadir removedores de fosfato en las plantas de tratamiento de la AAA”, dijo el funcionario.
De acuerdo con el borrador, en el 2006 el 26% de los detergentes que se importaron al País contenía hasta 15% por peso de concentración de fósforo.
“Estos detergentes son provenientes de países extranjeros. Por consiguiente, si se prohíben estos productos se evitaría que aproximadamente tres millones de libras de fósforo al año lleguen a nuestros cuerpos de agua”, reza el documento.
Ortiz indicó que en 1994 varios fabricantes estadounidenses de detergentes -que no especificó- redujeron el contenido de fósforo en sus productos domésticos.
Otros controles
El titular de la AAA señaló que la ley recomendaría medidas de control a diversas fuentes como la fertilización sin control en terrenos con sembradíos, desperdicios provenientes de áreas de crianza de animales y descargas sanitarias sin el debido tratamiento, entre otras.
El hidrólogo Sigfredo Torres, del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), calificó como “una movida muy buena” el control de fosfato en los cuerpos de agua, pero advirtió que los detergentes con bajo nivel de fósforo “son más caros porque pasan por procesos adicionales”.
El gobernador Luis Fortuño habló del control de fosfatos el miércoles pasado en su primer mensaje de presupuesto ante la Legislatura.
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